Mutación.

Autor: Ally
Fandom: Super Junior
Pareja: KyuSung, YeHyun (Yesung/Kyuhyun)
Género: AU, Angst
Nota: "Porque, ¿Qué es el amor sino la más enferma de las necesidades?"
Disclaimer: Los personajes de esta historia no me pertenecen, su acontecer artístico está bajo el mando de la SME

Este es el fanfic que presenté al concurso en HaTo, obviamente no gané, por ello ahora lo publico (Ya que ha terminado el periodo de concursos), lo envié con la pareja "YeBum" sin embargo esa no es realmente una pareja que me agrade (Era Kyuhyun en el que pensaba... mmm), por ello he cambiado la pareja nuevamente y lo postee con la original.

Mutación.

El mundo se compone de pequeñas partículas que pocas personas toman conciencia están allí, resonando, excitadas. De un momento a otro una expresión perjudicial de tu ADN puede cambiar para siempre el curso de las cosas y eliminar todo aquello por lo cual en algún punto de tu vida sentiste orgullo. Inesperado, prácticamente imposible… pero ¿Qué es la imposibilidad sino lo que no entiendes? Yo mismo soy una mutación, una silente expresión de genes que nadie pudo prever.


Aún y cuando a causa de mi propia existencia tu cuerpo ya no sea todo lo que el mundo siempre anheló, cuando sea una masa supurante y descompuesta sobre un charco de ausencia y aquello que una vez fue… Aún así te amaré.


Porque, ¿Qué es el amor sino la más enferma de las necesidades?

***

Desde el primer minuto en que sus ojos hicieron contacto con otros fue designado como “extraño” y todos los lindos sinónimos que se pueden obtener a partir de esta palabra salieron a relucir en gloria y majestad a cuanto oído ansioso quisiera integrarles. Raro, anormal, inverosímil. Dice un gran sabio del cual nadie nunca recordó su nombre, que los niños son los seres más crueles sobre la tierra, hablando como grupo compacto y no individualismos, disfrutan con la desgracia de otros, verles llorar, sufrir, sentirles bajo su poder. Él fue clasificado como un chiste, alguien sin mucha inteligencia pero con aquella figura de no olvidar que en su tierna infancia aún no provocaba el previsto estrago que todos parecían temer. Un ser aislado del resto, un ser casi autista a los problemas ajenos.


“Las personas deberían pre-juzgar menos y observar más”


Idiota, tanto que las pocas neuronas siempre menospreciadas por todos, comenzaron su propia revolución. Sinapsis, impulsos, cosas que escasos niños de once años pueden entender. El anhelo apremiante de cambiar un destino con el cual has sido marcado, la obsesión que surge de esto… oh divina obsesión.


Un libro, dos, tres, cuatro, la cuenta aumentaba exponencialmente al número de advertencias que su ser aún inocente dejaba en el camino. Las calles atiborradas de personas sin nombre avanzando a una velocidad que su cuerpo ya no tan infantil no deseaba seguir, sus compañeros no parecían dar cuenta, nunca parecían notar...


Peligro… él ahora es demasiado capaz. Peligro… es demasiado arrebatador. Peligro… él necesita de ti para procurar su anhelo de perfección.


No le vieron venir, él siempre fue el idiota del colegio, y sin embargo ninguno supo, ninguno se tomó la molestia de preguntar ¿Yesung porque lees tanto? ¿Yesung como has sacado tal nota de un día para otro? ¿Yesung que es aquella perfección que buscas y de la que escribes en todos tus apuntes?




-Que es la vida sino un gran parque temático... ¿Qué? ¿Es divertido no subir a los juegos?



Kyuhyun no sabía realmente que contestar ante tal interrogante ¿Parque temático? ¿Vida? ¿Yesung? Nada podía ser visto con claridad. Inesperado brillo de maldad en su rostro, la caricia propia de la pureza tornando carmesí.



-¿Qué pretendes con todo esto Yesung?

-¿Pretender? Oh cariño… no digas sandeces, aún no es tiempo de preguntar. Tan solo disfruta del momento.



Y Kyuhyun no entiende bien en qué momento su compañero de clases, aquel escuálido muchachito sin amigos ha tenido un cambio tan radical de personalidad, o porque se encuentra amarrado contra el respaldo de una silla mientras aquel ser que creyó conocer le da cátedras sobre la vida.



-Suéltame Yesung…- El otro le ignora un arma en su mano y aquella sonrisita que creyó inocente en sus labios. -¿Yesung?

-Necesito algo de ti.



Relente sangre corriendo despacio por sus venas y arterias, y la convicción de que todo es tan inhumanamente perfecto en estos momentos, como lo deseo siempre, como sabía debía terminar.



-¿Qué?

-Que seas solo mío… de nadie más.



“Suyo” Kyuhyun no comprende al principio, pero en el momento en que Yesung toca sus labios y aquel objeto se incrusta en su pecho sabe que quizás debió poner más atención y lo sabe tan rápidamente, que su cabeza comienza a dar vueltas y todo el conocimiento del otro muchacho parece transmitirse en aquel contacto, enloqueciendo sus sentidos, quemando su piel, dando a entender que de una u otra manera ya no será igual.



-Perfecto.


Y siente algo cálido en lo profundo, las mejillas sonrojando, las cosquillas que todo amante tiene al recibir una primera muestra de cariño, sin embargo todo es tan horriblemente distinto, todo está tan mal.



-Perfecto.



Repite Yesung, y sus manos debilitan el toque, la dicha llena sus pupilas y parece desfallecer sobre él, porque lleva años planeando un instante como este, saboreando la dulce agonía de transformar la vida de otro, conjeturando la tenue idea de ser eterno en otra alma.



-Te amo.


Enfermizo, Kyuhyun no alcanza a gritar. Puede sentir la sangre del otro muchacho corriendo libre sobre su cuerpo mientras en la distancia algunos de sus compañeros se han dado cuenta de la situación y tratan de abrir desesperados la puerta, Yesung cae sobre él con una sonrisa.



-¿Por qué…?

-Soy un cambio, una causa… soy algo que no puedes detener… ahora tú eres mío para siempre.



Yesung cierra sus ojos y la puerta se abre con un golpe mientras sus compañeros ingresan al lugar aterrados.


Dice un gran sabio del cual nadie nunca recordó su nombre, que los niños son los seres más crueles sobre la tierra, disfrutan con la desgracia de otros, verles llorar, sufrir, sentirles bajo su poder, sin embargo Kyuhyun ha escapado del paradigma, mientras ve a la distancia a esos hombres tratar de detener la hemorragia, a su maestra llorando desconsolada, a todos los demás asustados y sin embargo hablando de merecer


“Yesung lo merecía… es demasiado extraño”


Sabe que el otro ganó, porque su cuerpo tiembla recordando un mínimo beso y el conocimiento de una vida acumulado en un contacto, y sabe que es diferente, sabe que no podrá volver a ser igual, sabe que fue perfecto y que desea probar otra y otra vez y otra más… sabe que ha perdido.


Porque, ¿Qué es el amor sino la más enferma de las necesidades?



Fin.