Reden

Título: Reden

Autor(a): Ally. 

Fandom: DBSK, TVXQ, Tohoshinki como quieran llamarle (Ahora al igual JYJ, soy una Cassiopeia fan de los 5).

Pareja: Jaejoong/Changmin one sided (Por parte de Jaejoong).

Género: Angst, drama.

Rating: PG-13.

Nota: El aludido sonríe y como siempre la rutina comienza con ellos dos fingiendo una amistad rota que ya no tiene vuelta atrás.“Si por lo menos fingiera un poco mejor…”

Disclaimer: Esto no tiene relación de mando alguna con SM Entertainment ni C-JES Entertainment, los chicos no me pertenecen y ciertamente no lucro con ellos como Lee Soo Man.

Reden

Hola estás frente a mi puerta,

no hay nadie más excepto tú y yo.

Bueno entra aquí,

el resto surgirá solo, en la habitación 483.

Reden - Tokio Hotel.

Estar fuera de su puerta era un castigo divino, de aquellos que te hacen sucumbir por la ansiedad y volver a pecar una y otra vez a pesar de saber de antemano que esto no es la idea más brillante del montón. Como siempre Jaejoong aguarda junto a esta durante largos minutos hasta que de algún modo su mano temblorosa trata de tocar, cosa que nunca parece venir, al menos no en un tiempo cerca y sus pies voltean por impulso tratando de escapar lo más rápido posible. Sin saber bien cómo, Changmin podía percibir su presencia, y antes de que Jaejoong logre correr lejos de allí al sentir el ruido en el interior acercarse a la puerta, abre mirándole con ojos vacíos, Jaejoong no estaba seguro si era compasión o el anhelo de destruirle lo que movía al menor, Changmin le contempla estoico.

-Ho-hola.

Un sutil lamento en labios de Jaejoong al saber que por quizás enésima vez no había logrado huir a tiempo de su captor, Changmin no dice nada solo asiente con la cabeza y le deja pasar. El mayor lo hace, sin atreverse a contradecir, mirando al suelo hecho un atado de nervios, sus nudillos blancos por la presión desmedida que ejerciese con sus manos en su vano intento de al menos tener una cosa bajo su control, por nimia que fuese.

-Changmin…

Deja escapar un suspiro ansioso en sus labios acercándose furtivo a robar aquel beso que le estaba vetado de día mientras la puerta cierra tras de sí. El otro nunca decía que no pero tampoco hacía movimiento alguno para devolverlo, su cuerpo rígido y aire de completo desconocimiento, ningún atisbo que diese esperanzas a Jaejoong.

Changmin simplemente no le deseaba. Era por ello que de día el mayor no ansiaba más que amistad, nada más que la estoica noción de que el otro podía estar junto a él, lanzando chistes, sonriendo a destajo, tomando una cerveza con los demás y tantas otras cosas que fueran ya rutina.

Era por ello que de noche Jaejoong se dirigía sagradamente a su cuarto, solo para esperar indeciso durante quince largos minutos y luego, ya al momento en que decidía irse, Changmin le abriese la puerta con aquella mirada fría de siempre, calmando el temblor profuso de su cuerpo adicto al otro.

-Changmin…

Las manos del mencionado permanecen tranquilas contra la cama mientras las de Jaejoong le recorren ansiosas de carne dibujando círculos en aquella piel caliente que cada vez desea con mayor ahínco, labios serenos abarcando y memorizando sistemáticamente cada recoveco a su pasar, dedos adentrándose en el pantalón con lentitud, Changmin le detiene con el entrecejo fruncido… para él eso es tabú, Jaejoong puede hacer lo que desee para satisfacerse a sí mismo, pero jamás acercarse a su intimidad, jamás intentar traspasar la barrera invisible que el único lugar que afirmaba la heterosexualidad en que el menor se refugiaba. Jaejoong suspira sintiendo su pecho contraer mientras sus manos giran y se dirigen a su propio pantalón.

-Oye Min.

Tocan a la puerta. El más bajo le suelta rápidamente y al menor parece iluminársele el rostro como si una nueva personalidad totalmente distinta saliese a la luz mientras sale de la cama y camina; Y entonces el Changmin del día, reluciente e infantil acostumbra sus ojos a la oscuridad y aquella mirada juguetona de amigo devuelve los llamados, pero nunca con amor, de día y de noche jamás con amor.

Jaejoong odiaba esos ojos, los odiaba aún más cuando estaban cargados de amistad, porque de lo contrario siempre podía apelar a la incertidumbre y apelar a la incertidumbre era su nuevo hobbie. Changmin caminaba tranquilo por la habitación.

-Estoy dormido- Deja escapar con un suspiro simulando cansancio… o quizás no.

-Jaejoong no está en su cuarto ¿Le has visto? ¿Te dijo dónde fue?

-Estoy dormido y hyung está bastante grandecito como para cuidarse solo.

            El soplo resignado de alguno de sus otros amigos al otro lado de la puerta hace bajar la cabeza del menor sintiéndose estúpido, pronto queda todo nuevamente en soledad.

-Changmin…

Sucumben sus murmullos contra la pared, repletos de duda. Jaejoong esperaba con las mejillas rojas a que aquel fuera de la habitación caminase lejos, ya fuese para salir corriendo o simplemente entregarse nuevamente a su lujuria interna. El menor no responde mientras se vuelve a acercar.

-Changmin, lo siento…

Le tumba nuevamente a la cama y cae sobre él, siempre parecía un abuso, Jaejoong se sentía como un puto animal, recorriendo aquel cuerpo con tanta vehemencia que Changmin pasaba a ser casi su víctima, una víctima silente que no rebatía sus caricias, un verdadero sacrificio a su lujuria en aumento.

-Detenme, detenme- Dice entre suspiros y casi lamentos. Changmin no hace nada, es un títere perdido entre las sábanas, sin tomar mayor importancia al ahínco con que el otro desea jugar. -Por favor.

  

El menor se dejaba y con ello emponzoñaba un poco más el corazón del mayor. Jamás al territorio vetado, jamás podía sentir que fuesen uno por mucho que Jaejoong lo deseara y quizás eso mismo le hacía volver noche tras noche en busca de una respuesta afirmativa, una última esperanza a la cual neciamente se aferraba.

-Detenme antes de que sea demasiado tarde.

            El día comienza de nuevo Changmin mirando hacia un costado contando con un sutil guiño de tranquilidad las manchas en la madera del techo y armando con estas figuras anónimas. Ambos yacen sobre la cama, Jaejoong borracho aún de hormonas labios rojizos por el esfuerzo y sin sentir plena satisfacción, tanto física como espiritual.

-Buenos días hyung.

A ratos el menor hasta podría desear no ser el hijo de puta que era cuando Jaejoong acudía a él por la noche pero ¿Qué se le puede hacer? Jaejoong no le gusta y eso no tiene arreglo. Jaejoong no le gusta y este tendrá que acostumbrarse a ello. Por su parte el mayor solo le mira de reojo perdido en su propio mundo.

-Y dime Changmin- Un suspiro disoluto, el otro le presta total atención. - ¿Qué haremos hoy?

El aludido sonríe y como siempre la rutina comienza con ellos dos fingiendo una amistad rota que ya no tiene vuelta atrás.

            “Si por lo menos fingiera un poco mejor…”

Fin.

*** 

Nota: Muchas gracias por leer, el fragmento es de una canción de Tokio Hotel que si... me gusta.