Plain white life. Prólogo.

Título: Plain white life.

Autor(a): Ally. 

Fandom: DBSK, TVXQ, Tohoshinki como quieran llamarle (Ahora al igual JYJ, soy una Cassiopeia fan de los 5).

Pareja: Jaejoong/Changmin. A futuro ??

Género: AU, Drama.

Rating: PG.

Nota: “A veces el destino tiene formas arduas de actuar, para todo lo demás es tan solo la vida en movimiento. La simple y llana vida en movimiento. ”

Disclaimer: Esto no tiene relación de mando alguna con SM Entertainment ni C-JES Entertainment, los chicos no me pertenecen y ciertamente no lucro con ellos como Lee Soo Man. (Lo de LSM es un chiste interno, de hecho me cae bien).

Plain white life.

Prólogo.

 “Run away, run away. But that won't make it any better. Run away, run away. And make tomorrow harder to live than today”.

Plain white T’s - Shine.

                Su nombre era Kim Jaejoong y una mañana despertó y se dio cuenta, de que ya no deseaba continuar con vida. No había mayor razonamiento de por medio, simplemente sus ojos se habían cansado de mirar las mismas cuatro paredes que le rodeaban, cubiertas de carteles anónimos y miradas furtivas de personas: “Mucho mejores que yo”.

                Sus padres jamás estaban en casa y el apego emocional no existía como para obligarle a desistir en su nombre, de todos modos, de momento no había algo o alguien que pudiese lograr tal objetivo. En lugar de levantarse e ir a su muy acomodado colegio, con sus muy acomodados compañeros, escuchando a sus muy acomodados profesores, volvió a tirar su cuerpo sobre la cama y comenzó a planear lo que sería su trascendencia final.

               

                Jaejoong no era creyente, para él esto era solo un paso más, pero se le ocurrió que quizás había algo interesante en la propia no existencia, quizás más allá… había algo distinto ¿Una nueva vida en otro plano? ¿Una reencarnación? Las posibilidades eran infinitas y así de cuantiosas era como le seducían.

Chasqueó la lengua mientras buscaba por fin alguna de sus camisas, tarareó al son de la canción que acababa de iniciar en su reproductor, era suave, tan suave que no se explicaba el cómo lograba despertarle, o porqué la tenía precisamente como el tono de alarma, quizás buscaba con ello ignorarla y pasar de largo.

“Run away, run away. But that won't make it any better. Run away, run away. And make tomorrow harder to live than today”.

-Gran consejo, lástima que me agrada desafiarlos.

No era asiduo al dolor y por ende no esperaba concretar su faena con algo que le provocase mayor sufrimiento, fue así que su mente viajó habida entre destinos disímiles, desde ridículos hasta sangrientos, desde el corre caminos hasta Saw, pero ninguno llamaba su atención; Si Jaejoong iba a morir lo haría después de lograr algo grande, algo digno de ser recordado al menos por una persona, solo eso pedía, una persona; Así que tomó su maleta mediana y la llenó de todo tipo de ropas y aspiraciones de libertad, su billetera con documentos, cuentas bancarias personales heredadas de su abuela y un sinfín de cosas que le daban el estatus de ‘Hijito de papi’ que hubo aprendido tanto a querer como odiar y caminó fuera de su habitación por última vez.

-Te diría adiós, pero no creo que te extrañe tanto- Exclamó a cuanto objeto inanimado que quisiese recibir tal despedida.

La casa lucía sola a pesar de todos los que vivían allí. Tenía muchas hermanas,  varias de ellas casadas, otras aún en el hogar, y tan solo un hermano que aguardaba tras sus pasos listo para dar la estocada final; Ninguno de estos ponía gran atención en él si no fuese para odiarle por ser el hijo mayor y heredero natural de las cuantiosas empresas de su padre y por ende obvio objeto de envidia. ‘No eres digno’ ‘No estás apto’, de hecho su hermano menor sentaba mejor en el cargo y Jaejoong estaba de acuerdo con ello. Lo cierto es que el dinero no le importaba, había dejado de llamar su atención junto con la pubertad y tres pobres… muy pobres amigos que jamás volvió a ver. Jaejoong no entendía por qué para algunas personas, el ser pobre era peor pecado que matar.

Sus manos se deslizaron a lo largo de la pared por lo que esperaba fuese su última vez, sintiendo la textura algo áspera de la exquisita y muy cara pintura, millones invertidos en tan solo tablas, las tablas no volvían de aquello un hogar y caminó a paso desgarbado hacia la cocina, el aire a pan recién salido inundando sus sentidos y reconfortando su alma por ligeros segundos, una anciana mujer ultimaba un par de tostadas con linaza que seguramente eran para dos de sus más delgadas hermanas, la dieta ya las tenía en los huesos y aunque en su tiempo Jaejoong las creyese hermosas, lo cierto es que vaciar sus estómagos no lograba llenar sus almas.

-Mi niño ¿No ha ido a clases?

-Hoy no nani, voy a viajar y quizás no regrese esta vez así que me vengo a despedir.

                Besó su mejilla mientras la mujer sonreía sosteniendo su cabeza maternalmente, un dejo de diversión en sus ancianos ojos. Cuando pequeño, solía escapar del mismo modo, pero jamás lograba salir más allá de los terrenos familiares fuera cual fuese la casa de turno.

-Ohh, pero que chistoso está hoy, haré su comida favorita para la cena.

                Jaejoong no tuvo corazón para decir que no estaría en casa para disfrutar de ella.

                Caminó fuera sintiendo por primera vez ligereza en sus pasos, la libertad de ir donde quisiera a pesar de continuar en terrenos de la familia, esa libertad que no pudo experimentar de niño y que ahora, con una simple idea, parecía carcomer sus sentidos. Uno de los choferes advirtió su presencia y Jaejoong sonrió saludándole.

-¿A dónde le llevo señor?

-Al aeropuerto, hoy saldré a pasear.

                Su jet privado siempre estaba listo pero en estos momentos no deseaba depender de él, además sería mucho más rápido de rastrear y pretendía que sus padres no le encontrasen hasta haber dado con su cometido. En el camino pensó en el futuro, en como moriría y en donde debía hacerlo, pensó… que ya que era coreano, o al menos mitad, bien podría conocer su otra patria antes de partir, así que compró el primer boleto libre a Seúl, faltaban casi nueve horas para despegar. Mientras tanto cerró sus ojos, acomodó sus audífonos y comenzó a soñar. Sueños en que ya no era más.

***

                Su nombre era Shim Changmin y una mañana despertó y se dio cuenta, de que tenía hambre. Destapó su cuerpo menudo, el frío le envolvió rápido pero no hizo caso de este, solo se dedicó a avanzar mitad vestido, mitad dormitando aún, después de todo contra más se quejase peor iba a ser, eso era lo que había aprendido a lo largo de sus años de vida. Sus manos abrieron la alacena y sin asombro notó que solo quedaban dos hogazas de pan duro, fideos y una sopa instantánea a medio terminar, su mente viajó rápido hacia su madre y hermanas aun durmiendo en la otra habitación y cerró nuevamente la alacena, con un suspiro, sin tomar nada de esta y un estómago vacío.

-Mejor ir rápido.

                Su padre no era su padre, el verdadero había pasado a otra vida hacía más de cinco años y este nuevo sujeto con quien vivían, era tan solo un pirujo adicto al trago y quizás que otras cosas. Pero tenía un lugar en que vivir y de todos modos se contentaba con golpearle a él, nunca tocaba a su madre o hermanas, tampoco traía nada a casa para comer.

                Caminó hacia el baño terminando de acomodar su camiseta y frotando su estómago para con ello contentarse de algún modo. No valía la pena lamentarse.

A veces ser pobre, era peor pecado que robar. Changmin se había cuestionado sus actos, de hecho a menudo se encontraba elevando disculpas a cualquiera fuese el ser que se encargaba de juzgar las almas de los mortales, porque la suya definitivamente había pecado más de la cuenta, pero sus hermanas necesitaban comer y el estúpido y sin estudios de Changmin, no podía hacer más que conseguir tal alimento al costo que fuese, aunque esto incluyese condenarse a sí mismo.

-¿Vas a salir?

                Su madre lucía cada mañana más demacrada que la anterior, no llegaba muy bien a comprender como una persona podía estar tan triste que esto llegase al grado de hacerle enfermar.

-Voy a salir, adiós mamá.

                Solo besó su mejilla y caminó fuera del lugar, de todos modos ella volvería a dormir y no cuestionaría mayormente sus acciones, al menos esto le daba una día más para ocuparse el mismo de las cosas.

“Me pregunto a qué incauto tomaré hoy por asalto”.

                Para Changmin la gente, a estas alturas del partido, se dividía en aquellos lo suficientemente listos como para cuidar sus cosas y aquellos que no, incluyendo la primera categoría a la mayoría de las personas.

***

La vida les juntaría en un punto en que ambos estaban en aprietos, pero ¿Realmente serían de utilidad el uno para el otro o solo hundirían aún más a su contraparte? A veces el destino tiene formas arduas de actuar, para todo lo demás es tan solo la vida en movimiento. La simple y llana vida en movimiento.

Continuará...

 

***

Nota: Ohhh fic nuevo ni siquiera me he dignado a seguir el erase, ¿Sorry? A ver que sale de este.