Si el tiempo pudiese ir hacia atrás.

Título: Si el tiempo pudiese ir hacia atrás.

Autor(a): Ally.

Fandom: DBSK, TVXQ, Tohoshinki como quieran llamarle (Ahora al igual JYJ, soy una Cassiopeia fan de los 5).

Pareja: Jaejoong/Changmin, Jaejoong/Hyunjoong.

Género: Romance, Adulto, AU, Angst.

Advertencia: El final depende de lo que ustedes quieran pensar.
Rating: G.

Nota: Y si esto es un sueño y lo otro fue realidad espera que no le despierten. “Por favor… no me despierten, por favor”.

Disclaimer: Esto no tiene relación de mando alguna con SM Entertainment ni C-JES Entertainment, los chicos no me pertenecen y ciertamente no lucro con ellos como Lee Soo Man.

Si el tiempo pudiese ir hacia atrás.

“He looks at you, the way that I would.

Does all the things, I know that I could.

If only time, could just turn back.

Cause I got three little words… That I've always been dying to tell you”

One Direction – I wish.

           

Changmin aprende que las cosas no se toman por garantizadas una noche de junio, mientras Jaejoong sonríe a Hyunjoong y dice sí, matando de a poco subsecuentemente con ello a Changmin… Pero siendo sinceros, él era quien tenía la culpa de todo. Jaejoong es quien termina enseñándole esto y muchas cosas más y quizás, no haya forma de que pueda arrepentirse de alguna vez haberle conocido.

***

            Changmin conoce a Jaejoong durante el otoño, sus manos buscan con ahínco algo del calor que escapa por la súbita ráfaga de viento que se ha levantado, su madre aún está comprando en la tienda de en frente y Changmin no se pregunta si es o no prudente el que haya dejado a un niño de ocho años solo sentado en el parque, porque los niños de ocho años no van por la vida preguntándose este tipo de cosas. Changmin es en general un buen muchacho y sabe que no debe moverse del lugar hasta que un adulto responsable se lo diga, bueno, un adulto responsable que conozca. Jaejoong no es adulto, ni responsable, ni lo conoce, es un chico de diez y tantos años que parece más pequeño de lo que debería, con grandes ojos oscuros y mejillas sonrojadas por el frío, con guantes rosa y un gran gorro con un pompón aún más grande coronándole, parece una muñeca y eso en cierto modo le asusta.

-Hola, me gusta tu chaqueta.

            Y Changmin tan solo puede pensar en lo ridículo de ello, porque esa chaqueta que parece gustarle tanto al otro chico, se la regaló su abuela y tiene un horrible, muy horrible, unicornio en una de las mangas y Changmin está convencido de que fue directamente traída del departamento de ‘niñas’ o quizás del ‘Maldito infierno’, que es de donde su padre grita vienen aquellos sobres que piden dinero cada mes.

-No entiendo porque.

          Jaejoong sonríe, sus ojos crispando en una mueca adorable y nunca le dice bien el porqué, lo único que sabe es que veinte minutos más tarde, cuando su madre por fin vuelve, se encuentra sentado en el mismo lugar, solo, con un par de guantes rosa en sus manos y sin la estúpida chaqueta de unicornio que de todos modos nunca le gustó. Su madre no parece feliz, le castiga una semana sin postre y Changmin piensa que bien podría haberle matado mejor porque una vida sin postre no es digna de vivir.

       Vuelve a ver a Jaejoong en su primer día de clases en su nueva escuela y desde entonces es casi como si fuese cosa del destino estar el uno junto al otro, aún con la diferencia de edad, lo infantil de su nuevo amigo y la forma casi lunática que tiene este de ver el mundo.

-¿Has visto Pocahontas?

            Alza una ceja y se pregunta si ha hecho algo mal en su vida como para merecer un amigo tan extraño como este.

-Jaejoong- Trata de razonar. -Ya no estamos en edad para Disney.

-Disney es eterno…- El hilván de su voz perdido en algún lugar distante, tal cual si no admitiese razonamiento alguno en contra.

-Como sea- Suspira el otro sintiéndose derrotado. -¿A qué viene aquello?

-Algún día- Se detiene dramáticamente y por un segundo Changmin está realmente interesado en lo que tenga que decir. -Me gustaría pintar con los colores del viento.

-¿Jaejoong?

-¿Mmmm?

-Eres el sujeto más extraño que conozco.

-Es un honor…

            Ambos crecen y la rareza del otro junto con su propia altura, Changmin es ahora un adolescente de catorce años, larguirucho, más delgado de lo que debería para la dieta que sigue y con pómulos pronunciados. Jaejoong sigue siendo su mejor amigo y sería una mentira del porte de un buque el no dejar en claro que es el pastel de fruta más colorido de toda la tienda, así de notorio, pero a Changmin no le importa porque, para eso estaban los amigos, ¿Cierto? Para apoyar las decisiones y gustos de tus otros amigos, ¿Cierto? Jaejoong de todos modos siempre ha sido bastante extraño per se así que no se cuestiona mucho nada, o al menos no de momento.

-¿Vas a intentarlo?

-¿Qué?

-El equipo, ¿Lo intentarás?

Esta misma filosofía parece desvanecerse, como la espuma matinal de la marea una vez entrado el día, con rapidez inusitada. Changmin cumple quince años y su altura le hace ganar un sitio permanente en el equipo de baloncesto de su colegio, Jaejoong está a punto de salir pero sigue siendo extraño, y curioso, y muchas de las cosas que el resto no es y por ello mismo nadie se toma el tiempo de conocerlo a excepción de Changmin y uno que otro sujeto más por aquí y por allá y Jaejoong no es exactamente discreto con su sexualidad y los nuevos ‘amigos’ de Changmin puede, o puede que no, le hayan hecho notar con sutileza que debe elegir con quien aliarse. No elige bien, después de todo a esa edad uno comete errores, muchos de ellos.

-¿Quieres que vayamos el viernes a comer pizza?- Jaejoong jamás pregunta, solo asume, y quizás esa es la primera alarma de distancia en su relación pero Changmin no pretende poner muchos pensamientos en ello de momento, no pensarlo lo vuelve menos real.

-Ohhh, ¿Este viernes?- Contesta en su lugar y sabe que es injusto, porque el viernes pasado fue noche de fiesta en el pub local y el anterior reunión del equipo y antes de eso Yeonhee así y así.

-No… el de tres semanas más- Jaejoong no suena molesto y quizás eso es lo peor de todo. -Claro que este viernes.

-No puedo- Muestra algo de titubeo. -¿Conoces a Victoria cierto?- Jaejoong asiente, está algo distraído pero sus ojos parecen dar por hecho la negativa inminente de su amigo. -Me invitó a una fiesta.

-Oh.

            “Oh” Piensa Changmin, y con el tiempo ya no son tan amigos, y Jaejoong ya no está tanto con él, y sus nuevos ‘amigos’ son cada vez más locos y adultos y el alcohol y las fiestas y todo lo que acompaña a crecer cae de golpe sobre Changmin, fulminante y sin remedio. Todo menos el otro.

-Bueno…

-Supongo que esto es un adiós…

Jaejoong termina su vida como adolescente y antes de que pueda decir nada se encuentra empacando sus cosas y listo para ir a una universidad en otra ciudad, por algún motivo el pensar en esto duele un poco. Más que solo un poco. Es como un golpe eléctrico en el pecho y se siente como si estuviesen oprimiéndole contra una pared. Sus ojos se anegan en lágrimas que no dejará escapar y no entiende bien a qué se debe esto, Jaejoong ya no era su mejor amigo, ya no estaban unidos por la cadera o algo así y ciertamente no debería estar casi con un ataque de pánico ante la posibilidad de su ausencia. Changmin no se lo dice, Jaejoong sonríe con una mueca agria y sus manos se contraen en puños.

-Nunca pensé que sería así…

         “¿El qué?”

-¿Qué?

-Nunca pensé que te diría adiós para siempre sin siquiera un abrazo.

       Duele, más de lo que pensó podría doler. Jaejoong sonríe, camina hacia su armario y de pronto Changmin se encuentra frente a frente con una chaqueta en perfecto estado, limpia, doblada y planchada, una chaqueta con un unicornio en una de sus mangas. El mundo bajo sus pies parece colapsar, su corazón late con fuerza como si quisiera escapar de los confines de su pecho y no sabe bien como calificar esto, que pensar, que sentir.

-Quizás sea tiempo de devolver esto.

-Jae…- Comienza con un hilo de voz.

-No importa- Agrega rápidamente, evitando así que Changmin continúe con lo que sea que esperaba decir. –Entiendo. Me ha acompañado por mucho tiempo- Jaejoong parece tranquilo, resignado. –Ha sido el objeto más importante en mi vida… durante mucho tiempo.

-Yo…

-Lo ha sido Changmin, porque tú has sido la persona más importante en mi vida por más tiempo del que quisiera.

Tiene miedo de hablar y preguntar a qué viene todo esto, porque cree saberlo y no tiene seguridad de si está preparado para esas palabras. Pero Jaejoong siempre ha sido extraño y su extrañeza parece abarcar este tipo de situaciones y de pronto sus ojos grandes y oscuros están en él y Changmin no sabe qué hacer, no lo sabe… las palabras se atoran en su garganta, su amigo sonríe y besa una de sus mejillas con tal delicadeza, que se siente como una caricia, un conforte, un adiós.

-Te amo- Le dice. –Pero espero no hacerlo más en algún punto de mi vida.

      Changmin ingresa a un trance del que solo sale horas más tarde. Ha vuelto a su casa casi como un autómata, sin contestar llamadas, sin pensar en la cita de aquella tarde con Victoria, sin ganas de, bueno, ganas de ‘ser’ en cierto sentido. Esa noche durante la cena sus padres le miran con preocupación.

-¿Changmin estás bien?

       Y no, no está bien, no está nada de bien y quiere gritar porque duele, duele tanto, y fue un idiota un enorme idiota, tan grande como el estúpido trofeo de baloncesto al mejor jugador que orgullosamente puso una vez en aquella repisa en su habitación, un trofeo que no vale nada ahora, no vale nada porque entiende, entiende lo que dejó ir a cambio de ello. Ahora es mayor, es más sabio y sus decisiones ya no son tan erróneas y quizás, solo quizás, él igual ama a Jaejoong después de todo.

***

-Me acompañarás ¿Cierto?

        La chica sonríe mientras dice aquello con un tono que no admite negativa y Changmin no está del todo seguro si desea o no ir pero tal parece que no tendrá derecho a voto en tal situación. Musita de mala manera mientras busca uno de sus trajes en el armario y piensa porqué, porqué sigue con este ritmo de vida tal como lo está llevando, si vale de algo ser miserable para llenar una expectativa, si es justo estar con alguien sin amarle. Si es que Jaejoong aún lo recuerda, como él parece no olvidarle.

-¿A dónde vamos de nuevo?

-Mi jefe está dando una fiesta, creo que va a proponerse a su novio.

            “Novio”, genial. Solo que no es tan genial porque están en la fiesta, y el jefe de su ‘Estoy contigo pero no tengo sentimientos más allá de la amistad y calentura hacia ti’ es apuesto y ese a su costado es Jaejoong… Jaejoong, Jaejoong, ¡Jaejoong! Han sido más de seis años y luce como aquel día en que partió, sus ojos oscuros mirando algo incorpóreo en la distancia mientras sonríe, su mano fuertemente sujeta en la de aquel otro hombre y Changmin desea golpearse con un ladrillo.

-Jae…

-Hola Changmin.

-Hola…

       Y no está seguro, no está seguro de nada. Hyunjoong, el jefe de su acompañante, tiene una rodilla en el suelo y eso es un anillo, uno de los más grandes que Changmin haya visto nunca y Jaejoong tiene lágrimas en sus ojos pero no son del mismo tipo que Changmin lograba sacar en su tiempo, son lágrimas felices, tan felices que siente su estómago revuelto y de pronto necesita respirar, respirar, respirar y camina fuera del lugar más rápido de lo que quisiera.

-Sí.

            “No, no, no, no”.

            El mundo se va a negro.

***

-¿Changmin…? ¿Changmin estás bien?

         La habitación gira y no puede enfocar nada del todo y por algún motivo Jaejoong está allí, y luce joven, tan joven y es entonces que nota las cajas y la chaqueta entre sus manos y “No puede ser”… pero sí parece ser, Changmin tiene nuevamente quince, casi dieciséis y Jaejoong está allí, frente a sí, con sus imposibles ojos negros y si esto es un sueño, si esto es un sueño por favor no lo despierten, por favor.

-Te amo, te amo, te amo. Por favor no me dejes, por favor.

       Se aferra contra el pecho del mayor sollozando y Jaejoong por un segundo parece asustado, pero pronto le envuelve de vuelta y susurra en su oído muchas cosas, la mayoría de ellas no las entiende pero suenan a ‘no lo haré’, ‘te amo’, ‘tranquilo’, ‘estoy aquí’ y Changmin por fin se siente completo, como en mucho tiempo no lo ha hecho.

         Y seis años más tarde es él quien está con una rodilla en el sueño y es a él a quien Jaejoong le sonríe con dulzura y lágrimas alegres y es él quien se ha convertido en la persona más feliz del mundo.

-Sí.

          Y si esto es un sueño y lo otro fue realidad espera que no le despierten. “Por favor… no me despierten, por favor”.

Fin.

***

Nota: OK, lo escribí en el grupo, con cariño para Lizzie, espero que te gustase honey. Dejen mensaje si les gustó y reclamos si no :c