Absurdo.

Título: Absurdo.

Fandom: DBSK, TVXQ, Tohoshinki como quieran llamarle (Ahora al igual JYJ, soy una Cassiopeia fan de los 5). 
Pareja: Jaejoong/Changmin.

Género: AU.

Advertencia: ¿Mal humor y Changmin siendo Changmin?

Rating: PG-13 supongo.

Nota: "Aquella sería una larga noche… una larga y probablemente estúpida noche, podía estar seguro de aquello. Absurda, eso es lo que era toda esta situación.”

Disclaimer: Esto no tiene relación de mando alguna con SM Entertainment ni C-JES Entertainment, los chicos no me pertenecen y ciertamente no lucro con ellos como Lee Soo Man. (Sorry tío Lee)

Compañero de este fic: Schrei. POV de Jaejoong. 

*** 

Absurdo.

I've never seen anything else, quite like you
You look at me vacantly empty, just stare right through…

I've analized everything, anything that you do,
I am physically, mentally, over obsessed with you.

Screaming – Tokio Hotel.

                Shim Changmin era muchas cosas, de la mayoría de ellas ni siquiera estaba seguro, la gente tendía a pensar de que por algún motivo oculto a su propio razonamiento conocía a Changmin y este entendimiento absurdo en que se refugiaban les daba plena confianza de estimar lo que él era o no. Absurdo, eso es lo que era. Por ello mismo contradecirles representaba uno de los placeres nimios de su gris vida, eso y Kim Jaejoong.

-¡Changmin me alegra que vinieses!

                La chica que daba la fiesta lucía estática, nunca creyendo el siquiera pensar en que el parco muchacho haría eco de su invitación. Shim Changmin no asistía a esta clase de eventos frívolos, no porque de algún modo temiese algo con ello sino porque no llamaban mayormente su atención, no concebía en su estructurado cerebro la idea de ser feliz lo suficiente con el alcohol como para terminar la mañana siguiente con un dolor de cabeza de proporciones bíblicas y queriendo vomitar tus intestinos y que esto trajese alguna clase de satisfacción personal. Absurdo, eso es lo que era.

-Vine.

                Fue su escueta respuesta y quizás, solo quizás, el obviar el comentario de que no era precisamente por ella sino por otro sujeto en particular sería prudente. Su madre a menudo decía que el no tener tacto tendría como final último el que ella se quedase sin nietos, Changmin estaba seguro de que sus hermanas podían proveer bastantes de estos a destajo sin que él siquiera moviese un dedo para hacer sentir mejor a la chica frente a él, claro está… en el hipotético caso de que decidiera ser honesto con ella. No lo haría, al menos no de momento.

                Las fiestas no lucían tan festivas como había estimado, había sujetos ebrios en cada rincón que lograba enfocar y lo cierto es que no eran una visión tan agradable de contemplar, las muchachas danzando al son de la música con casquivana soltura mientras uno que otro tipo se encaraba contra ellas, tampoco era muy encantador. Changmin apreciaba la belleza y para él siempre más era menos… en este caso, tan poco espacio para la imaginación no hacía nada por despertarle hormonalmente. Prefirió ignorar las miradas hambrientas de algunas de ellas y alejarse de allí lo más rápido posible, aquel por quien se había presentado no estaba en el lugar.

-Princesa ¿Se te escapó el rumbo?

                Giró su rostro con lentitud mirando hacia fuera de la casa por la puerta abierta. Kim Jaejoong caminaba lento dentro del lugar, cabizbajo y con cierto atisbo de abrumadora tristeza en su rostro que podía hacer sonrojar a las tragedias griegas. Changmin no gustaba de ello, de hecho no gustaba de nada que pudiese poner al chico en alguna emoción que no fuese positiva, a menudo esto le hacía reír casi al borde de las lágrimas, Shim Changmin… pensando en emociones positivas, era para el bronce.

-Oye princesa… ¡Princesa!

                Jaejoong parecía ignorar las palabras, por primera vez en su tiempo conociendo entre miradas furtivas al otro chico, este no hacía ademán de dar alguna respuesta, no contemplaba a su abusador con facciones aterradas, no temblaba ligero esperando lo peor, no concebía aquel espasmo de ira contenida que pronto decantaba en depresión en lo profundo de sus ojos, era casi como si no estuviese allí, como si nadie en la habitación estuviese allí. Le vio caminar dentro pasando olímpicamente por alto a quien le hablaba, Changmin se preguntó si tendría que intervenir pero el sujeto parecía lo suficientemente tiznado como para desestimar la actitud del chico menudo y continuar susurrando cosas al oído de una pelirroja que no recordaba fuese a su secundaria.

-Changmin-sshi me preguntaba si querías bai---

-Lo siento, tenía pensado beber un poco.

         Antes de que la chica que se había acercado iniciase una contraofensiva a su comentario caminó hacia el otro extremo de la habitación, siguiendo de lejos al muchacho con su mirada, su objetivo se hiso de una botella de ron y comenzó a beberla tan rápido que si Changmin hubiese creído someramente posible el que los órganos internos hablasen, el hígado de Jaejoong en aquellos momentos estaría prácticamente gimiendo de dolor. Jamás lo había visto beber así, aunque siendo sinceros, Changmin jamás había visto a Jaejoong en otro contexto que no fuese la secundaria o caminando rumbo a su casa cuando le acompañaba… desde una cierta distancia, algo que en definitiva no era espiar o acosar a dicho sujeto porque Changmin, valga su suerte, vivía en la misma dirección y a solo un par de cuadras lejos del otro. Del porque Jaejoong no tenía permitido enterarse era un punto discordante en la muy organizada mente de Changmin, a menudo simplemente resolvía tal encrucijada aduciendo que el otro se daría cuenta por sí mismo cuando fuese el momento correcto, cosa que lograba calmar en algo su ansiedad, pero estaba seguro de que era algo más… algo en particular.

        Jaejoong se levantó de súbito mientras sostenía la otra botella de ron mirando fijo hacia Changmin, no parecía reconocerle pero prefirió no dejar su suerte al azar y caminó directo hacia la escalera que conducía al segundo piso y encerrándose en la primera habitación que pudo alcanzar. El baño, que suerte de mierda que tenía, por lo menos allí no tendría que lidiar con las miradas de Jaejoong y quizás, podría bajar lo suficiente el conflicto emocional que tenía como para escapar de esa pésima idea.

-Te digo que ya se tomó una y va casi terminando la segunda, cuando la princesa termine no estará en sus cinco y le mostraremos a quien cree que puede ignorar.

       Era ese tipo. Su voz era agudamente inconfundible para un atleta ‘macho y viril’ como solía pensar ser, el tipo que Jaejoong había ignorado, el mismo que jugaba de lateral en el estúpido equipo de fútbol de la secundaria, ahora Changmin tenía algo más con que lidiar y no estaba seguro de como concretar algún plan de acción para dar con el otro chico y sacarle de allí antes de que le hiciesen algo. Por un segundo furtivo pensó en aparentar estar tomado si es que alguno reparaba en su actitud, sí, eso podría servir, no muchos se atrevían a contradecirle. Fue precisamente aquel momento en que aquel que ocupaba todos sus sentidos ingresó en el pequeño baño, cuerpo menudo, mirada perdida y un movimiento casi extraviado. Changmin abrió su boca para decir algo, Jaejoong vació sus intestinos en el baño. Aquella sería una larga noche… una larga y probablemente estúpida noche, podía estar seguro de aquello. Absurda, eso es lo que era toda esta situación.

-Nunca había visto a nadie así.

                Sus ojos conectaron con otros, labios contorsionados en una amarga mueca, luciendo más llenos que de costumbre y de pronto, solo deseaba una cosa, solo una y la conseguiría, más temprano que tarde.

***

Nota: No sé bien porqué lo escribí, obviamente es el compañero de Schrei. Ufff… A la rápida y en el momento como el otro.