Schrei.

Título: Schrei.

Fandom: DBSK, TVXQ, Tohoshinki como quieran llamarle (Ahora al igual JYJ, soy una Cassiopeia fan de los 5).

Pareja: Jaejoong/Changmin.

Género: AU.

Advertencia: ¿Vómito y fiesta?

Rating: PG-13 supongo.

Nota: "No vomites, no vomites. Por amor a todo lo que es bello en este mundo, no vomites.”

Disclaimer: Esto no tiene relación de mando alguna con SM Entertainment ni C-JES Entertainment, los chicos no me pertenecen y ciertamente no lucro con ellos como Lee Soo Man. (Sorry tío Lee)

Compañero de este fic: Absurdo. POV de Changmin. 

***

Schrei.

You get up. And somebody tells you where to go to.
When you get there, everybody's telling you what to do.
Thank you, it's been another bloody Monday.
And no one… Is asking what you wanted anyway…

Scream – Tokio Hotel.

              Su cuerpo contrajo en un espasmo fuerte y de pronto la habitación comenzó a girar, lo odiaba, aborrecía la sensación, el calor escapando de su organismo con lentitud y su rostro cada vez más pálido bajo el escrutinio de rostros anónimos en la muchedumbre que se extendía a lo largo del amplio living. Jaejoong no siempre tomaba, pero cuando lo hacía era para olvidar. El problema con aquel disímil momento en que no sabía qué hacer con su estómago sin embargo, era que no estaba olvidando. Recordaba con claridad todo, desde su nombre hasta el motivo por el cual había terminado con casi dos botellas de ron en el cuerpo y eso le mataba.

“Si abro la boca estoy perdido…”

                Fue lo último que pudo pensar antes de caminar con rapidez hacia el baño, tratando de llegar y no hacer el escándalo de su vida, solo agradecía no estar en casa de algún conocido y si en un lugar anónimo, o a lo menos lo suficientemente anónimo considerando que era una de las fiestas de su secundaria. Probablemente todos estaban demasiado ebrios como para reparar en él. Aferró su mano con fuerza a la perilla girándola, tenía una capacidad innata como para encontrar los baños y estaba seguro de que este debía serlo.

“Gracias, gracias”

                Caviló con júbilo al notar que no se equivocaba y se aventó contra la tasa soportando su peso en el contorno y viendo nuevamente la habitación girar, era una mala idea, era una pésima idea todo esto. ¿En qué había estado pensando? Nada, al menos ahora que su cuerpo devolvía todo lo que hubiese consumido aquella tarde.

“Eres un imbécil, un imbécil”

                Alguien a su costado tosió. No estaba solo como había calculado en un principio, si hubiese sido posible, se habría puesto más pálido de lo que estaba.

-Nunca había visto a nadie así.

                Jaejoong reconocía esa voz, sin embargo en su escuálido momento de lucidez mental no estaba seguro del porqué debería de estar precisamente allí. Shim Changmin no iba a fiestas, nunca.

                Giró su rostro una vez que su estómago estuvo ya completamente vacío, efectivamente, el sujeto más antisocial de toda la secundaria se encontraba sentado contra el borde de la tina de baño, mirándole con ojos fijos por sobre sus anteojos y sus manos ocupadas en un móvil que bien podía o no estar utilizando para sacar fotos. Jaejoong jamás había sentido una mirada tan aguda sobre su propio cuerpo y esto tan solo logró traer una nueva ola de náuseas que con rapidez le hicieron caer por cuenta nueva contra el baño.

-Es curioso.

                Lanzó una risa sardónica, Shim Changmin, el antisocial, niño genio, geek por excelencia, apuesto, hijo de puta, príncipe en las sombras de toda su mierda de secundaria encontraba que su vómito era curioso. Tan adorable…

-¿Te parece gracioso mi comentario?- Inquirió el otro, Jaejoong estaba seguro de que una de sus cejas se encontraba en aquel momento alzada… demasiado seguro. Tan solo dejó escapar otra risilla mientras trataba de estabilizar su cuerpo. –No le veo mucha gracia en realidad, pero supongo que de estar en tu situación quizás lo haría, Jaejoong-sshi.

-¿Sabes quién soy?

                Escapó casi sin querer, casi como verborrea lingüística. Tuvo que alzarse rápido y tomar algo de agua, no quería volver a vomitar en presencia del otro, en especial ahora que este podía situar un nombre con su rostro… su nombre. Su pecho comenzó a contraer con fuerza ante aquel pensamiento y no supo si sentirse bien o no.

-¿Cómo no? Cuando estamos en la misma habitación, literalmente puedo sentir tus ojos desvistiéndome.

                La respuesta cayó sobre su cuerpo de golpe y fue entonces que, por primera vez en la noche, sintió unas ganas horrendas de llorar, como una niña, como un imbécil, como todo lo que a menudo se sentía y le decían que era. Como no quería recordar aquella noche.

-Lo siento.

                Musitó de modo escuálido, no estaba seguro de si el otro hubo o no alcanzado a escucharle pero no se quedaría para averiguarlo. Tomó con fuerza la perilla de la puerta deseando escapar lo más rápido que pudiese y evitar de aquel momento en adelante al otro, quizás así podría salvar algo de la dignidad que no estaba seguro le quedaba. No contaba con tener la mano de Changmin sobre la suya antes de que pudiese abrir y salir corriendo.

-No creo que sea prudente que salgas corriendo en ese estado, niño bonito.

               

                Su mano se deslizó desde la otra hacia la muñeca de Jaejoong, con tal sutileza que tan corto camino lanzó un escalofrío de punta a punta en este logrando despertar su estómago inquieto.

“No vomites, no vomites. Por amor a todo lo que es bello en este mundo, no vomites.”

                Se alejó del otro casi por impulso y cayó de golpe junto a la tina recargando su espalda contra el borde y enterrando su cabeza confusa entre sus brazos, quizás y solo quizás si ignoraba al otro este se iría y él por fin podría escapar y morir en un agujero o algo.

-Oye- Exclamó tratando de llamar su atención.

-Vete- Le respondió entre sus brazos tratando de ahogar los sollozos.

-No entendí, si deseas decir algo y que tu interlocutor lo comprenda lo más inteligente a efectuar es hablarlo bueno, sin que tus brazos se interpongan con tu boca. Generalmente eso irrumpe en una buena comunicación.

-¡Vete!

                Esta vez fue un grito, el rostro de Jaejoong se dejó entrever con fuerza mientras sus manos caían a ambos costados de su cuerpo hechas puños, sus ojos inyectados en lágrimas y las mejillas surcadas ya por estas, la vergüenza y la rabia plausibles en todas sus facciones con una ferocidad abismante, una que hablaba de golpes a mano cerrada y visitas al hospital si jugaba mal sus cartas. Changmin lanzó un suspiro ininteligible que bien pudo no ser tal, el otro no podía estar seguro.

-Tú no quieres que me vaya.

                Jaejoong volvió a reír.

-¿Qué… que te hace estar…?- Ahogó un gemido confuso. -¿Estar tan… seguro?

-Nada, pero lo cierto es que no lo quieres y lo sabes.

               

                Acunó su rostro entre sus manos rugosas, por un ligero segundo Jaejoong recordó que el otro gustaba de tocar guitarra y se perdió en aquellos ojos ajenos, esos que había admirado por mucho tiempo en silencio, o quizás no tanto… por lo visto. Su rabia se desvaneció y de pronto era ligero, muy ligero.

-Te besaría, pero no es una idea muy inteligente después de lo que te vi hacer en este baño.

                Dejó escapar el otro, tan seriamente que dudó fuese una broma del todo, solo pudo asentir. Los labios de Changmin cayeron con sutileza sobre su frente.

-Changmin-sshi…

-El viernes por la tarde después de tus clases de vocalización pasaré por ti y espero que estés puntual en la puerta del salón. ¿Alguna pregunta?

                Jaejoong negó con su cabeza sin querer perder el calor de las manos ajenas en su rostro. Su cuerpo vuelto una masa amorfa de sentimientos y alcohol. ¿Changmin quería salir con él…? ¿Con el sujeto más estúpidamente anormal de toda la puta secundaria? A esto debían saber los cuentos de hadas. ¿Ron y vómito? Disney mentía… y mucho.

-Ahora te llevaré a casa, no te quiero dando vueltas en ese estado en este lugar. No confió en los imbéciles del equipo de fútbol, quizás los de basquet pero no los de fútbol, algo malo intentarán hacerte y quizás en mi actual estado de embriagues no pueda evitar quebrarles un brazo o algo análogo si llega a presentarse la oportunidad- Dio una pausa dramática mientras gesticulaba con su propia extremidad. -Entenderás que romper el brazo de alguna de las estrellas deportivas de nuestra escuela no me traerá nada bueno ¿Cierto?

                Nuevamente utilizó aquel todo de total seriedad, Jaejoong no pudo evitar el espasmo que recorrió su cuerpo al imaginar la situación. Changmin con su parco rostro haciendo pedazos a los sujetos que hacían su vida miserable día con día, no… no quería que fuese así, a Jaejoong no le gustaba la violencia y la venganza no estaba en su diccionario por muy estúpido que fuese y por mucho que esto atrajese a los matones como miel a las abejas. Changmin aclaró su garganta buscando con ello volver a llamar su atención.

-Rodea mi cuello con tu brazo, digan lo que digan no abras la boca. Me importa una mierda ¿Está bien?- Jaejoong volvió a asentir, su rostro aún algo pálido. –Iremos a mi automóvil, te vi llegar caminando ¿No trajiste el tuyo?- Negó. –Lo supuse.

-Changmin-sshi…- Sus labios se entorpecieron algo con el nombre.

-Dime.

-Gracias…

-No tienes que agradecer en realidad- Fue la respuesta del otro, sus ojos fijos en la perilla que aún no giraba y sosteniendo el peso casi incorpóreo de Jaejoong, ‘demasiado delgado’. –Lo cierto es que necesitaba una excusa. Aparte de no poder disimular con propiedad, no eres el ser más perspectivo del mundo Jaejoong-sshi, si tuvieses al menos un poco de sentido común, habrías notado que no eres el único que desviste a la gente con la mirada, particularmente a ti.

                No respondió, su estómago demasiado despierto y mente demasiado dormida como para poder dar una réplica concreta.

-Ahora vamos. Te necesito entero si quiero por fin salir contigo el viernes y quizás, quizás lograr el estúpido beso que deseo darte en estos momentos.

                Por primera vez en mucho tiempo Jaejoong sonrió y deseo no olvidar, no olvidar jamás.

Fin…

***

PD: Este lo escribí la noche de año nuevo mientras terminaba mi turno, por eso es tan acelerado y carente de trama, quería conservarlo porque lo fui posteando conforme escribía en el grupo Jaemin. Con cariño a quienes lo leyeron.