Geisterfahrer.

Título: Geisterfahrer.

Fandom: DBSK, TVXQ, Tohoshinki como quieran llamarle (Ahora al igual JYJ, soy una Cassiopeia fan de los 5).

Pareja: Jaejoong/Changmin.

Género: AU.

Advertencia: Ninguna. 
Rating: PG.

Nota: "Querido diario”- Se escuchó una vez más, los labios de Changmin leyendo con pastosa lentitud. Jaejoong no pudo soportarlo más, de sus ojos comenzaron a caer las lágrimas. Changmin… Changmin iba a seguir. "

Disclaimer: Esto no tiene relación de mando alguna con SM Entertainment ni C-JES Entertainment, los chicos no me pertenecen y ciertamente no lucro con ellos como Lee Soo Man. (Sorry tío Lee)

***

Geisterfahrer.

Bésame ahora, a contraluz…

Como un conductor fantasma.

Geisterfahrer – Tokio Hotel.

                Jaejoong contempló con incredulidad el objeto pensando si debería sentirse alagado o ligeramente perturbado por lo que sus ojos tenían en frente, después de todo no muy a menudo encontrabas a mitad de camino un objeto tan obviamente personal y que por lo demás, parecía total y absolutamente repleto del nombre del propio Jaejoong ¿Por qué era el suyo cierto? ¿Cuántos Kim Jaejoong asistían a aquel lugar?

-Diablos JJ, esta chica debe estar demente.

                Yoochun, Junsu y Yunho habían llegado hacía un par de minutos a la mesa que compartiesen en la cafetería y antes de que pudiese hacer nada al respecto se habían hecho del cuaderno en sí y lo ojeaban entre risas y comentarios de amor que bien podían o no congregar algo de estupefacción en lo profundo.

-¿Qué te hace pensar que es una chica?

                Inquirió mucho más rápido de lo que su muy ‘heterosexual’ coartada escolar le debiese permitir, logrando con ello que sus tres amigo le mirasen de reojo y dejándole en una situación bastante complicada de explicar, después de todo ¿Cómo le ejemplificas a tus amigos que hacía años que te gustaba por detrás? Claro por ponerlo de algún modo, después de todo Jaejoong no era siempre el pasivo.

-¿Qué te hace pensar a ti que no, hyung?- Esa era la guinda de la torta, tembló ligero sin querer contemplar a la fuente de aquellas palabras. Shim Changmin era su mejor amigo, un tipo austero, algo gruñón, alto, inteligente… y Jaejoong estaba tan horrendamente enamorado de él. Dicho sujeto tomó asiento a su costado, una caja de jugo de piña entre sus labios y ambas cejas alzadas con un mohín de diversión que pocos tenían derecho a ver. –A todo esto… ¿De qué hablamos precisamente?

-Esto- Yoochun le acercó el cuaderno antes de que el chico escrito en este pudiese interceptarlo. Su rostro contorsionado en una mueca entretenida y que parecía esconder más de lo que dejase entrever a simple vista. -¿Qué opinas Min?

               

                Si no supiesen mejor, podrían haber dicho que a Changmin se le había caído el rostro por una fracción de segundo, pero Changmin jamás reaccionaba ante este tipo de cosas y siquiera pensarlo sería simplemente estúpido.

-Curioso- Fue lo único que musitó mientras ojeaba con lentitud el objeto en sí, para ese momento Jaejoong tenía sus ojos fijos en su amigo, esperando a ver algo, cualquier cosa que le diese un mínimo de esperanzas. Changmin no reaccionó del modo que esperaba, de hecho giró una de las páginas y comenzó a reír con tanta fuerza que hasta le hiso sentir algo ofendido. –“Las rosas son rojas, las violetas azules… el azúcar es dulce y no importa, porque Jaejoong es mejor.”

                Sus labios dejando escapar cada palabra con un timbre similar al de las chicas que conformaban el fanclub del otro. Los otros tres comenzaron a reír con aún más fuerza que él, Yunho le arrebató el cuaderno mientras ojeaba un poco más.

-“Jaejoong me miró hoy en el pasillo mientras tomaba agua… me mojé el pantalón con esta, tengo que dejar de mirarle mientras lo hago.” Ohh JJ, no sabía que tenías ese efecto en la gente.

-Dame acá- exigió Junsu mientras buscaba lo que a él le había gustado más. –“Querido diario… Jaejoong tuvo que disfrazarse de blanca nieves, ¿Acaso no es adorable? Creo que le queda muy bien, Jaejoong es más lindo que las estúpidas chicas de todos modos, ¿Por qué alguien querría darles un beso a ellas? Seguro te contagiarían los piojos, un compañero dijo que era así como se te pegaban.” Bueno JJ, al menos no le pegarás los piojos, ¿Quién ese esta chica de todos modos acaso sigue en jardín de infantes?

-Por si no te has dado cuenta Su, eso que tienes en tus manos pertenece a un hombre, no una mujer- Aclaró Yoochun mirando fijo a Changmin, sus manos tomaron el cuaderno de entre las de Junsu mientras a este la información le pegaba con un saco de rocas. –“¿Acaso hay alguien más perfecto que Jaejoong?"- Leyó sin alzar su timbre de voz -"Mi mami me dijo que cuando sea grande conoceré una linda niña y me casaré con ella y tendré muchos bebés, no quiero… quiero que Jaejoong tenga mis bebés. Mami dice que no es así como funciona pero no importa, seguro lo haré funcionar.”

Para ese instante, Jaejoong lo único que quería era salir corriendo del lugar. Entre las burlas de sus amigos, la decepción de que no fuese Changmin… aunque siendo honestos ¿Acaso cabía la posibilidad de ello? Y el hecho de que hacían broma con tal soltura de los sentimientos de un pequeño niño que en cierto modo le alagaban. Cerró con fuerza sus puños sin alzar los ojos de la mesa.

-“Querido diario, Jaejoong no vino a clases hoy. La profesora dice que es porque le dio varicela y su mami no quiere que nos la contagie a todo el resto. No estoy seguro de que es pero ¿No significa que Jaejoong morirá cierto? No quiero que Jaejoong muera, no quiero tener que dejar de ver a Jaejoong nunca.”- Los labios de Junsu eran los que musitaban esas palabras, el ambiente cada vez más silencioso. –Jae… acaso… ¿Acaso no tuviste varicela cuando estábamos en primer año?

                No quiso contestar, perfecto, putamente perfecto, el cuaderno era de un niño que había estado enamorado de él hacía más de diez años. Sus ojos se llenaron de lágrimas silenciosas que no quería dejar caer, se sentía ofendido y solo, sentía que los sentimientos de aquel niño no valían nada para sus amigos y que por ende, si él mismo dejaba escapar los suyos propios obtendría similar respuesta.

-No sigan… por favor…- Musitó entrecortadamente.

-Jae…- Yunho le miró algo contrariado.

                Junsu y Yoochun lucían igual que este, no sabían bien qué hacer con la mirada abatida de su amigo. Un suspiro se dejó escuchar y alguien ojeó el cuaderno hasta la última página.

-“Querido diario”- Comenzó una vez más, los labios de Changmin leyendo con pastosa lentitud. Jaejoong no pudo soportarlo más, de sus ojos comenzaron a caer las lágrimas. Changmin… Changmin iba a seguir.

-Chang…min. Por favor…

–“Es la última vez que escribiré en ti… mi madre te encontró entre mis cosas. Llevo más de siete años compartiendo contigo, de vez en cuando, no tan a menudo como quisiera pero como te habrás ido dado cuenta, cada vez soy más austero con el hecho de compartir mis sentimientos. Llevo más de siete años y lo cierto, es que sigo igual de enamorado que el primer día, ahora lo comprendo, sé a qué se debe toda la atención que Jaejoong siempre ha despertado en mí. Mi madre dice que está mal, que ella no crió a su hijo para que este fuese un impuro homosexual, tiene razón.”

                Se detuvo por un segundo sus ojos fijos en la gente de la fila del almuerzo. Jaejoong sollozando a su costado, incapaz de huir del lugar.

-"Mi madre no crió a un impuro hijo homosexual, de hecho, lo crió para ser un puto hijo heterosexual, de aquellos con miles de novias y bueno en deportes, de esos que podrían hacer feliz a su competitivo padre aún más homofóbico que la propia madre, de aquellos que no soy. No me crió para serlo, pero de todos modos salí así"- Se detuvo un segundo, los ojos de Jaejoong fijos ahora en la mesa. –"Estoy enamorado y tengo trece años, estoy enamorado y debo acostumbrarme a que no puedo ser más que su amigo, su mejor amigo. Desearía poder hacer algo al respecto, decírselo… pero es estúpido, tan estúpido. No seguiré escribiendo en ti porque es arriesgado, mi madre me tiene en vigilancia aunque le aseguré que era solo un enamoramiento de niño pequeño que tuve hacía años porque Jaejoong era a quien más quería, ya sabes, de esos que uno desarrolla por las tías del jardín de infantes o algo así, creo que no seguirá indagando pero no quiero tomar riesgos, podría impedirme volver a ver a Jaejoong, no sé cómo podría lidiar con eso. Desde mañana permanecerás en mi casillero."

-Changmin… detente.

 La voz de Jaejoong era ya casi un susurro, los otros tres miraban alternativamente entre ambos con rostro pálido, asustados de dar un paso en falso.

-"Desde mañana, trataré de olvidarlo. Será difícil pero es lo único que le puedo ofrecer. Al confesarle mis sentimientos le pondría en una situación difícil, si no me corresponde podría perderlo, sé que no es como mis padres pero es cierto que entre ambos se formaría una tensión de magnitudes casi bíblicas. Si me corresponde, podría correr el riesgo de ser tratado del mismo modo que yo por su familia, los he visto ¿Sabes? Sus padres se juntan con los míos a menudo a celebrar, son amigos igual que nosotros, de hecho así nos conocimos… Jaejoong y yo hemos estado juntos prácticamente desde que puedo recordar… es lo primero en mi memoria, mi primera palabra, mi primer juego, mi primera sonrisa, mi primera pelea y golpe, mi primer amor. No puedo, sus padres reaccionarán incluso peor."

-Detente, detente Changmin.

-"Debes entender entonces que es para mejor. No es por mí sino por él, algún día… quizás algún día pero no pronto. Adiós"- El aludido cerró el cuaderno mirando con fijeza a la mesa, Jaejoong continuaba sollozando a su costado. Tomó con fuerza de su mano mientras se alzaba del lugar y sin mediar palabra le arrastró como muñeca de trapo fuera de la cafetería y directo al baño de chicos del tercer piso, ese en que a menudo iban a fumar porque nadie más se atrevía a molestarles. De algo servía ser popular. –Jae…- Fue su primera palabra mientras cerraba con llave.

-Por qué… por qué no me dijiste.

-Pensé que había quedado claro en lo que escribí hace cuatro años.

                Jaejoong dejó escapar una risa sarcástica entre su llanto y pronto un puño se impactó con fuerza en la mejilla derecha de Changmin quien calló como un costal de harina al suelo, su cuerpo apoyado contra la puerta del baño y manos a ambos costados carentes de fuerza para defenderse. Jaejoong le odiaba.

-¿Me olvidaste?- Inquirió sosteniendo su mano con la otra, el golpe le había hecho igual de daño en esta que a la mejilla de su amigo.

-Traté…- Dejó escapar sin ánimos.

-No fue eso lo que pregunté Changmin, ¡Mírame cuando te hablo!

-No Jaejoong ¡No! ¡En ningún puto momento me pude olvidar de ti! ¿Es eso lo que quieres saber? Estoy aún completa y absolutamente enamorado de tu estúpido ser- Se llevó la mano rápido a su mejilla. –Mierda… ¿Tenías que golpearme?

-No… pero sentí que lo merecías… por algún motivo.

                Changmin rió, sus labios blancos por el rictus en que les había mantenido. Los ojos de Jaejoong fijos en los propios, no esperaba nada y quizás por eso y solo por eso, cuando el peso de su amigo se desplomó sobre su regazo y aquellos labios que hubo deseado desde que tenía conciencia emocional se precipitaron contra los suyos, no pudo evitar llorar. Como un niño pequeño que acababa de perder su juguete favorito, aunque en tal caso, vendría ser más bien que lo recuperaba.

-Changmin… shhh Changmin- Acunó su rostro entre sus manos mientras recorría sus mejillas con besos suaves que tan solo buscaban confortarle, las lágrimas del otro salobres en su boca, golpeando con fuerza sus papilas gustativas. No era una visión linda, la gente no se veía bonita llorando y sin embargo, el corazón de Jaejoong estaba extasiado, atestado de sensaciones disímiles. –Changmin, mi Changmin.

                Su cuerpo se escurrió en el del otro y terminó anclado al pecho de su amigo, tratando de calmar todo lo que sentía, tratando de razonar que en efecto, Changmin le correspondía y si, acababa de técnicamente salir del closet y sacarle a él mismo de este consigo y por qué no, sus otros tres amigos a esta hora ya habían conectado ideas y estaban enterados de la nueva situación. Cerró sus ojos tratando de no tener un ataque de pánico ante ello.

-Jae…

-Dime.

-Canta…

               

                Suspiró comenzando a tatarear, las manos de Changmin subiendo y bajando por su espalda a un ritmo lento y repleto de un cariño que no estaba seguro de poder procesar de momento. Quizás… solo quizás podían permanecer allí por un rato más, solo un rato más.

“Querido diario… de Min. Tu dueño es un imbécil. Con cariño, Jaejoong.”

Fin.

  

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Nota: Bien, escrito a la rápida para Nash y Moni que estaban leyendo en el grupo Jaemin n_n