Erase una vez en otra realidad, Cap 4 parte 1.

Título: Erase una vez en otra realidad. 

Autor(a): Ally. 

Fandom: DBSK, TVXQ, Tohoshinki como quieran llamarle (Ahora al igual JYJ, soy una Cassiopeia fan de los 5).

Pareja: Jaejoong/Changmin, Yunho/Junsu/Yoochun (Variante).

Tipo: Yaoi 

Género: Romance, Adulto, AU (Técnico...)

Advertencia: Muerte de un personaje (?)

Rating: ¿? Por ahora PG

Nota: "Cuando muere el amor de su vida, Changmin se sumerge en una enorme depresión que solo unas voces extrañas pueden solucionar, ahora con esta nueva oportunidad deberá hacer aquello que nunca imaginó hacer, perder nuevamente eso que ama…" 

Disclaimer: Esto no tiene relación de mando alguna con SM Entertainment ni C-JES Entertainment, los chicos no me pertenecen y ciertamente no lucro con ellos como Lee Soo Man.

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Capítulo 4: De voces y compensaciones de karma.

Parte 1.

Jaejoong murió una mañana de Junio, el sol brillaba tras las escasas nubes de aquel día ‘parcialmente nublado’ y el mundo en si no parecía haber notado que uno de los suyos no volvería, Changmin jamás imaginó que así sería al dejarle lavando los trastes antes de correr al trabajo porque para variar, habían permanecido más de la cuenta en la cama y es que aquel aire idílico ‘Luna de miel’ que les rodeaba desde el compromiso era lo que les mantenía felices.

-Te amo, te veo en la tarde.

                Sus manos había repasado el contorno del rostro de su compañero, este le había sonreído. La última sonrisa que vería en su vida.

-Te amo Changmin, pasa por algo dulce para el postre.

Si  hubiese sabido... si hubiese sabido.

Su cuerpo temblaba ante el recuerdo lívido de su pareja, habían vuelto de las vegas más felices de lo que nunca pensó ser y de golpe le era arrebatado, era como si la vida maquinase en contra de su felicidad, tal cual si le debiese algo al mundo y ahora lo estuviera pagando con creces.

-Changmin- La voz de Junsu sonaba desgarrada, él también se había vuelto buen amigo de Jaejoong con el tiempo, por su parte Yoochun se encontraba completamente destruido, estaba en una esquina con los ojos llorosos y algo extraviados, Changmin podía entender su dolor aunque era obviamente distinto al suyo propio, de hecho, no estaba seguro de si alguien en esa puta habitación estaba peor que él mismo. Ni siquiera el remedo de familia que había aparecido de la nada a reclamar el cuerpo del amor de su vida.

-Espero que estén paleando este duro, duro momento.

                Una mujer ataviada en joyas y un pulcro vestido negro de encaje que parecía más apropiado para una fiesta de coctel que un funeral tomaba las manos de la madre de Jaejoong, madre salida de la nada, madre que ahora tenía del brazo a un tipo de dinero por el cual técnicamente había ‘abandonado’ a su propio hijo, siempre saliendo, siempre velando por sí misma.

-Las cosas suceden, ahora Jaejoongie está en un mejor lugar.

                Había respondido ella. Changmin deseaba gritar.

-Ustedes son tan fuertes, no sé cómo pueden soportar esto…

Los padres de Jaejoong y el nuevo marido de su madre se encontraban a la cabeza del lugar a un lado del féretro, recibiendo condolencias, pésames y buenos deseos de quienes habían asistido. El padre con un ligero tinte sonrojado por el avanzado alcoholismo, no estaba seguro como habían logrado que llegase sobrio al funeral de su propio hijo o que le habían dicho o prometido como tal de tenerle allí, Jaejoong a menudo le comentaba como ese ‘Viejo de mierda’ nunca había dado un veinte por él. Changmin jamás había sentido tal rencor como en aquellos momentos, era un descaro inimaginable el que tenían, partiendo por el hecho de que estaban realizando el ritual cristiano para él, Jaejoong jamás en su vida había pisado una iglesia y a menudo hablaba de lo hipócrita que era la religión o al menos quienes la adornaban y profesaban... era increíblemente irónica la situación que en estos momentos se mostraba, una cuasi pantomima de lo que nunca debió suceder, Changmin estaba seguro de que Jae en algún lugar estaba despreciando todo esto. Sus manos cerraron en puños compactos.

               

                Junsu había querido golpearles con tantas ganas que solo el abrazo de Yoochun había logrado mantenerle en su lugar, a Changmin no le importaba ya nada, su rencor le consumía y la única forma de evitar caer en ese espacio oscuro que llamaba odio era la enajenación con que toda esta parodia de funeral le extinguía. En el lugar había una veintena de personas muchos de los cuales jamás había siquiera escuchado mencionar, solo un par de colegas, el jefe y un compañero de Jaejoong eran rostros conocidos, claro está, aparte de Yoochun y Junsu.

-Min- Intentó nuevamente su mejor amigo tratando de alcanzar su mano para darle algo de conforte.

-Ahora no Junsu...

               

                Su voz escueta y vacía, un par de ojos de similar forma que trataban de evitar a toda costa a cualquiera en ese lugar.

-Hermanos, estamos acá reunidos…

                Changmin no pudo más, sus piernas comenzaron a moverse por sí solas, tomó su abrigo y escapó de allí, consciente de que lo que dejaba atrás era un cuerpo y no su Jaejoong, ellos podían tener aquella carcaza vacía, más era él quien lo había perdido todo, solo él.

***

-Min- Era la tercera vez que Junsu preguntaba por él en menos de cinco minutos, comenzaba a ser molesto, tan pero tan molesto. –Min por favor, no puedes quedarte en tu habitación para siempre, necesitas comer llevas una semana sin hacerlo... Min.

               

                Si pudiese reír en esos momentos lo estaría haciendo con ganas, comer… su cuerpo se sentía débil, tan débil que le costaba algo hacer esfuerzo para levantarse al baño, últimamente solo bebía algo de agua y uno que otro bocado que Junsu y Yoochun habían estado forzando en su sistema a punta de culpa y traer el nombre de Jaejoong a la palestra, Changmin comenzaba a volverse loco. El mundo continuaba y él de a poco se estaba bajando del tren en que todos avanzaban. Sus cortinas cerradas con fuerza, el día y la noche se habían perdido en un punto incierto, a ratos le costaba poder discernir cual era el que en aquellos momentos congraciaba al resto de las personas, tampoco le importaba.

-Jae…

Giró sobre sí mismo en la cama esperando a que Junsu tuviese que seguir con su día para poder volver a dormir y perderse en ese mundo en que no estaba tan triste, en que el otro continuaba con vida y todo parecía ir bien. Sus labios resecos dejando escapar aquel nombre como una mantra, Changmin jamás había sido un romántico y ciertamente antes de Jaejoong, jamás había pensado caer con tanta fuerza por algo tan burdo como un amor shakesperiano y aquí estaba, en una cama dejándose morir, tal y como deseaba hacerlo.

“Si no tomas agua, eso será precisamente lo que pase.”

               

                Fue la primera vez que les escuchó, perdidas en la distancia y abombadas por una jaqueca terrible que sus células sedientas imponían en su cerebro. Las ignoró.

“Pronto ya no podrás negarnos Changmin.”

***

                El aire se enrareció de golpe, no sabía bien si esto se debía a sus propios nervios o el rostro pálido de Junsu y su cuerpo menudo tratando de mimetizarse contra la ventana, silencioso… como nunca le había visto. De un segundo a otro la risa de Jaejoong le llegó como un fantasma en el sonido de la gente iniciando su rutina y le extrañó, le extrañó más que nunca.

-Tengo miedo Yunho.

                Dejó escapar por fin al sentir seguridad en que su voz no le fallaría. El aludido contempló a su primo por sobre el menú sosteniéndolo con algo de fuerza ante el sobresalto, sus ojos clavados en los de Yoochun, el otro parecía asustado de hecho demasiado, una emoción que jamás había visto con tanta fuerza en su rostro en el tiempo que llevaba de conocerle más que a un pariente lejano. A su lado, el chico que había sido introducido como Junsu no parecía en mejor estado.

-¿Hace cuánto que no come con propiedad?

                Interrogó tratando de no involucrarse tanto sentimentalmente con la situación como dictaba su propio código moral. Si Changmin se transformaba en su paciente pronto, necesitaría toda la objetividad posible para ayudarle. Mal de amores, un diagnóstico horrible para cualquier médico, a veces casi imbatible.

-Casi dos semanas, lo hemos escuchado tomar algo de agua, pero no creo que dure mucho tiempo. Es como si hubiese perdido las ganas de vivir…

            Yoochun fue perdiendo el hilo lentamente, la última frase casi escapando en un susurro.

-Las perdió- La voz de Junsu, rasposa y apocada, les hizo sobresaltar un poco. El menor de los tres parecía estar seguro de lo dicho, sus manos apretaban la servilleta sobre la mesa con ahínco, sus ojos jamás dejando la ventana. –Ya no desea seguir, nunca… nunca le había visto así. Nunca quise tener que verle así.

             Yoochun prefirió ahorrarse el comentario que punzaba por salir ‘Nadie lo quiere’, seguro de que no sería bienvenido por el otro joven en aquel momento por muy bien intencionado que fuese.

-Si no lo hace para el fin de esta semana, tendremos que encontrar un modo de obligarle a nutrirse.

         Fue Yunho quien irrumpió en el momento denso que se estaba formando luego de aquel comentario silente.

-¿Quieres que obligue a mi mejor amigo a seguir con su vida?- Espetó de golpe el otro. Yunho tan solo le miró con firmeza. -¿A qué olvide como si nada?

-Así es como son las cosas. No voy a enfrascarme en batallas morales contigo, si al final de la semana aún quieren mi ayuda, tendremos que sacarle de su habitación y llevarle a un lugar más apropiado y eso ambos lo saben perfectamente, especialmente tú señor mejor amigo.

            Junsu musitó algo que sonaba peligrosamente similar a ‘Hijo de puta’ desviando nuevamente sus ojos a la ventana y con ello accediendo implícitamente al trato.

               

             Una semana, el otro tenía una semana para continuar con su vida.

***

               Para el final de la semana… Changmin no estaba ni siquiera cerca de poder continuar con su propia existencia. Su mente dando tumbos entre la vigilia y el ensueño.

“¿Ya no tienes fuerzas para apagarnos?”

-Qui…en mier…

“Bienvenido al resto de tu vida, Changmin-sshi…”

                Sí, no estaba ni preparado para ello.

Continuará…

***

Nota: Bueno… comienza el cambio. Siento que sea tan corto, quizás no debería dividirlo en dos partes pero estaba comenzando a estancarme nuevamente y preferí soltar esta parte rápido, por muy corta que sea.

¿Penita por JJ? Es para mejor…