Erase una vez en otra realidad, Capítulo especial.

Título: Erase una vez en otra realidad. 

Autor(a): Ally. 

Fandom: DBSK, TVXQ, DBSG como quieran llamarle  (Ahora al igual JYJ, soy una Cassiopeia fan de los 5).

Pareja: Jaejoong/Changmin, Yunho/Junsu/Yoochun (Variante).

Tipo: Yaoi 

Género: Romance, Adulto, AU (Técnico...)

Advertencia: Muerte de un personaje (?)

Rating: ¿R? Este capítulo contiene ¿Lemon? No es explícito.

Nota: "Cuando muere el amor de su vida, Changmin se sumerge en una enorme depresión que solo unas voces extrañas pueden solucionar, ahora con esta nueva oportunidad deberá hacer aquello que nunca imaginó hacer, perder nuevamente eso que ama…" 

Disclaimer: Esto no tiene relación de mando alguna con SM Entertainment ni C-JES Entertainment, los chicos no me pertenecen y ciertamente no lucro con ellos como Lee Soo Man.

Nota: De antemano me pongo el parche antes de la herida, soy  muy mala escribiendo cosas más adultas en cuanto a relaciones sexuales, siento si está demasiado mal. Está dedicado a Jaceni porque ella me lo solicitó. Hope that you like it Jace n_n

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Capítulo especial: Noche de bodas.

Su noche de bodas no era su primera vez, ni juntos ni separados, con cerca de tres años de relación y dos jóvenes hormonalmente activos eso habría sido cosa de santos y ninguno de los dos podía ostentar tal título, en especial cuando por las noches, Changmin parecía transformar su cuerpo a mitad conejo, Yoochun a menudo bromeaba con que a Jae ya no le quedaba orificio virgen que pudiese ostentar, cuando esto escapaba de sus labios a su mejor amigo le entraba un acceso de tos tal, que debía detenerse a tomar aire para no caer al suelo muerto ante la falta de este. Lo cierto es que Changmin era... bastante empeñoso, empeñoso del verbo ‘Entro rápido, doy fuerte y salgo aún más rápido’, “like a boss~~” Casi podía escuchar eso en el rostro satisfecho del mayor; Sin embargo, Jaejoong con su personalidad afable gustaba más bien de las cosas reposadas, con tiempo, tranquilas; Era realmente curioso su intercambio de personalidades cuando se hablaba de actividades nocturnas, por todo esto, Jaejoong deseaba que esta fuese una ocasión para no olvidar, o por lo menos quitar de una vez a Changmin la maña de ser horrendamente eficiente en la cama.

No se habían puesto de acuerdo para tener relaciones, cuando llevas tanto tiempo junto a una persona y vives con ella, esas cosas surgían de manera espontánea, casi tanto como Jaejoong tomando firme la mano del que fuese ahora una especie de marido al caminar por la recepción del hotel, o la mirada fija, casi revuelta, que les diese el botones cuando se lo toparon en el pasillo mientras se besaban, lo cierto es que aunque el mundo siempre tendría un ‘pero’ para su relación, a ellos poco les importaba, después de todo no debían rendir cuentas a nadie y eran felices en los brazos del otro.

-Jaejoong.

                Fue el murmullo asfixiado del mayor mientras de a poco sus manos sacaban del pantalón su camisa, son aquellos segundos en los que pierdes noción de ti, el aludido gimió quedo en respuesta y por fin pudo terminar de abrir la puerta, tarea que le había tomado un minuto y medio más de en lo que generalmente pudiese concretar, con pasos erráticos ingresaron a la habitación, si bien esta no era tan grande ni linda como Jaejoong imaginaba sería la de su noche de bodas, poco importaba para ambos aquello, era totalmente secundario cuando ese que amas ya está retirando de ti la ropa, y tú recién estás a varios metros de la cama, con aquel par de labios finos en la coyuntura de tu cuello y las cosquillas de siempre aumentadas por mil.

                Avanzaron a tropiezos hasta caer desplomados sobre esta, el catre crujió con el movimiento, por un segundo Jaejoong temió tener que explicar a la administración del hotel el porqué del incidente con su cama, pero rápido aquella caricia entre el fémur y la pelvis le hizo perder aquel tren de pensamientos.

-Chang... Min...- Un suspiro perdido entre las paredes de la habitación. –Changmin... ¿Cerraste la puerta?

Su compañero dejó escapar un chasquido de lengua.

-Setenta por ciento seguro...

Jaejoong hizo ademán de levantarse pero pronto cayó nuevamente como peso muerto mientras su pareja rozaba con sutileza la parte interna de su muslo buscando disuadirle de tal idea, disuasión bastante certeza si se permite decir.

-Está asegurado.

-Pero...

-Está asegurado, igual que tú a esta cama.

               

                Las manos de Changmin buscaron frenéticas el cuerpo frente al suyo, suaves caricias danzando alrededor, suaves pero rápidas, Jaejoong juntó algo de cordura y las tomó deteniendo su andar, su cónyuge le contempló interrogante, él solo devolvió tal visión velado por el placer.

-Tenemos toda la noche...

                Había sido un matiz bastante sutil en la voz de Jaejoong, uno que generalmente hablaba de mantenerse calmo y hacer las cosas con tranquilidad, claro está, tampoco es que el menor fuese muy cauteloso en su diario vivir, pero Changmin era bueno adivinando cosas cuando estas le convenían,  y al parecer en esta ocasión era así.

-Con que toda la noche ¿Crees poder aguantar?- Dejó que el susurro resbalase en el oído ajeno. –Porque no pretendo dejarte ir.

-¿A sí? Mmm... Cuando termine... serás tú quien no podrá más.

                La sonrisa algo irónica del mayor le hiso esquivar un par de latidos, o quizás fue aquella mano comenzando a subir por el costado de su torso, la misma que colaba bajo su camisa.

-Tus manos... están heladas...- Dejó escapar tratando de acomodar su cuerpo contra las almohadas, Changmin se dejó llevar.

-Pronto no lo estarán más ¿O no aguantas princesa?

-Hijo de puta... ¿Te pones de acuerdo con los otros para inventarme... ah... sobrenombres?

-No, generalmente nacen de mi- Sus labios se posaron en el hombro derecho del otro succionando levemente y logrando con ello que dejase caer su cabeza hacia el otro costado, justo como a Changmin le gustaba. -¿Algún problema con ellos?

-Sabes perfectamente que no me agrada ser tratado como mujer.

                Sus propios labios se separaron mientras intentaba recuperar algo de aire, Changmin había dado con uno de esos puntos que lograban hacerle perder la seguridad en sus rodillas, y su pareja como buen déspota, se encontraba abuzando de este.

-Si fueses mujer, no estarías en mi cama cariño.

-¿Así son las cosas eh? ¿Nada de almas gemelas?- El mayor sonrió preguntándose si debía o no contestar tal duda ¿Se enojaría el otro si aclaraba lo estúpidamente niña que era ese concepto? Decidió cortar por lo sano y apretar con calma el trasero del menor, Jaejoong dejó escapar un gemido. -¿Con eso evitas contestar? Como si no te conociera...

-Bien que te gusta ¿O no?

-No.

-Eres un niño malo Jaejoongie... van varias mentiras en pocos días ¿Sabes lo que le pasa a los niños mentirosos?

El menor sonrió mientras ponía el rostro más infantil que pudiese evocar en el momento, Changmin, contra todo pronóstico que los entendidos en su personalidad pudiesen dar, era bastante juguetón en esto de ‘asignar roles’ en la cama, algo bien discorde a su yo común y corriente, Jaejoong había aprendido de tal fetiche en su cuarta vez juntos, cuando el mayor perdió la timidez típica de los inicios como pareja y él mismo terminó atado con un par de esposas a un sillón del estudio en la casa del otro mientras Changmin (Y un gorro de policía que nunca supo donde consiguió), le daba como bombo en barra brava de fútbol.

-No ¿Qué le pasa a los niños malos señor?

-Hay que castigarlos...

                Comenzó a reír situando sus brazos alrededor del cuello de su pareja y acercando así su cuerpo al otro, el roce entre ambos logró debilitar los brazos del mayor y se desplomó sobre él.

-Ouch...

-No te quejes...- Un gemido se dejó escuchar la sentir las manos del otro tironeando de su camisa para despojarle por fin de ella. –Fue tu culpa... sabes lo que provocas en mi.

-¿Y que provoco señor Shim?

-Tantas pero tantas cosas señor Kim.

                Pronto la propia camisa de Changmin fue a dar sobre el televisor antiguo de la habitación, justo junto a la de Jaejoong, sus respectivos pantalones en el suelo y un par de cosas más que se preguntaban, y al mismo tiempo lamentaban, el porqué estaban usando, llámense estas calzoncillos largos por parte del mayor “Tenía frío, mis piernas duelen”, patética escusa, o suspensores por parte del menor “No me queda nada ajustado en la cintura” Otra patética escusa.

-¿Sabes lo que es poder tenerte acá? Sabiéndote mío...

                Los ojos de Changmin le miraron con cierto atisbo de seguridad en lo profundo de sus pupilas, por un segundo Jaejoong abrigó la necesidad de esquivar aquella mirada fulminante sintiéndose casi desnudo por ella, aunque de por si estuviese casi desnudo, muchas gracias.

-Siempre he sido tuyo, o al menos desde que nos conocimos.

-Pero ahora... semi legalmente puedo reclamarte.

-¿Para eso me querías como tu esposo?- La sonrisa de Jaejoong se hizo presente mientras con una mano recorría la columna vertebral del otro. -¿Para celarme?

-No necesito tenerte atado a mí para eso y de todos modos, no soy celoso ¿O te debo recordar el porqué nos hemos casado de modo relámpago?

Jaejoong frunció el entrecejo y fue precisamente ese momento el cual Changmin eligió para tomar entre sus labios aquel botón rosado [1] y arrancar un muflido exiguo por parte del otro al repasar su contorno con su lengua, una de las debilidades que tenía. La presión del mayor contra su cuerpo se hizo palpable, un vaivén frenético comenzó a tomar por asalto sus sentidos, el cuerpo de Changmin precipitaba sobre el suyo una y otra vez buscando con ello acrecentar el placer.

-Changmin...

                El mayor amaba escuchar ese sonido, especialmente cuando el rostro de Jaejoong se veía tan entregado como fuese en aquellos instantes, una entrega que le hacía parecer vulnerable y con ello a él mismo le entraban ganas de protegerle, aunque su pareja le enviaría a Neptuno si supiese que le gustaba sentirse como el guardián de la relación.

-Dime... ¿Qué quieres?

-Ya sabes qué.

                Hubiese continuado molestándole sin embargo él mismo no sabía cuánto tiempo podría aguantar, ya iban dos días de tensión sexual y el menor siempre había sido una enorme debilidad para su libido, ahogó un resuello mientras sus manos rozaron la cadera del otro con lentitud casi desquiciante y se deslizaron por dentro de la ropa interior con la misma calma, acariciando la curvatura del muslo y aproximándose a lo que realmente deseaba estimular, Jaejoong dejó escapar un sonido ronco al sentir tan íntimo contacto.

-Tus manos están... frías.

                ‘Ya dijiste eso antes’ La respuesta se mantuvo en su mente, no deseaba iniciar otra sarta de diálogos innecesarios ahora que se acercaba el momento que siempre esperaba ver. Tomó con presteza el miembro del otro y de a poco le comenzó a estimular, la espalda de Jaejoong se arqueó de forma inesperada, para el deleite del mayor, precisamente aquello es lo que Changmin siempre buscaba con tal acción.

-Changmin...

                De a poco el vaivén se fue incrementando, la piel sudorosa de ambos y aire enrarecido en la habitación, las manos ásperas de Changmin bajaron con presteza la ropa interior del otro mientras él mismo se desasía de la suya propia,  se abrió paso y delineó con su mano en pequeños círculos casi inocentes aquello que pronto haría suyo.

-Y qué pasó... –Un gemido, Changmin aprovechó esto para extender su mano hacia el velador y sacar de este lo necesario –Con toda la preparación.

-¿Crees ser capaz de aguantar?

                Los ojos de Jaejoong esquivaron los propios, lo cierto es que el menor deseaba poder hacerlo, pero siendo sinceros, no creía lograrlo.

-Hazlo antes de que piense eres un cerdo insensible.

-Lo que digas, princesita.

                Volvió a golpearle, esta vez con un pellizco en su espalda, el otro dejó escapar un sonido inconforme  y como respuesta un frío gel irrumpió en su cuerpo, nuevamente arqueó al sentir los delgados y largos dedos adentrándose en él, Changmin siempre se tomaba su tiempo para no dañarle, buscando con presteza el punto de placer que tuviese el otro.

-¡Ah!

Precisamente allí estaba, ser tan veloz para encontrar tal lugar debía ser un don suyo... definitivamente, aunque si se esmerase en recordar, entonces sabría que las primeras veces hubieron incluso ocasiones en que no dio con él nunca al momento oportuno, o quizás no le tocó con el suficiente tino y terminaron en ofuscados intentos y dolor para sentarse por días.

-Changmin, por favor...- Jaejoong no necesitaba decir más, retrajo aquellos dedos con rapidez, las manos del otro abrieron a tropezones el preservativo tomando sin previo aviso su miembro y deslizando con delicada gracia, casi irrisoriamente, este sobre él.   De un segundo a otro ya se encontraba listo, preservativo en su lugar y el cuerpo de su pareja tiritando bajo el suyo con anticipación, las manos acariciando con sutileza aquello que pronto adentraría en su cuerpo para terminar de esparcir el lubricante.

-Si no lo sueltas... no seré capaz de lo siguiente.

                Jaejoong entendió el mensaje y de pronto se encontró tirado sobre la cama, piernas separadas y la mirada velada por un deseo difícil de comprender, vulnerable pero por decisión propia, la sangre del cuerpo del mayor corrió vertiginosa hacia un solo lugar, se dejó caer sobre el cuerpo del otro nuevamente enterrando su cabeza en su hombro.

-Te ves increíble...- Sin mayor preámbulo se deslizó hacia su interior.

Ingresar en el cuerpo de Jaejoong siempre era una sensación complicada de explicar, bueno dentro de las diferencias que pudiese acaecer cada oportunidad por sí sola, Changmin sintió las paredes del otro contraer bajo la estimulación de su propio miembro y aquel quejido característico que escapaba casi ahogado de los labios ajenos al llegar a este punto. Con todos los años juntos ya no necesitaba preguntar si dolía o no, tenía claro que lo hacía, pero como le hubiese gritado su pareja una vez “¡Comienza a moverte hijo de puta!”, lo mejor era tratar de dar placer antes de detenerse a consultar obviedades que terminaban por sacar de sus cabales a Jaejoong y lo volvían a él quien recibía.

Sostuvo la cintura del otro mientras daba vuelta y le situaba sobre su regazo, nunca había sido la forma más agradable ni fácil de hacer el amor, sin embargo en esta oportunidad, sentía unas ganas terribles de contemplar su rostro. Jaejoong semi-abrió sus ojos interrogando con ellos tal postura, Changmin simplemente se hizo el desentendido dirigiendo sus labios a la oreja del otro y atrapándola entre ellos.

Un gemido profundo se dejó escapar y de a poco el cuerpo de Jaejoong comenzó a sentir el placer invadiéndole gimiendo quedo con cada embestida del otro en su interior, lentamente se fueron acomodando, sentados sobre la cama y sosteniéndose de modos insospechados porque lo cierto es que de a poco el placer les iba exprimiendo cada gota de energía.

El cuerpo de Jaejoong subía una y otra vez, Changmin no sabía bien cuanto más podría aguantar, los labios ya rojizos por el abuso eran una de las pocas cosas que le mantenía cuerdo, Jaejoong lanzó un quejido y se movió de modo tal que tan solo le quedó estrechar el cuerpo del otro fuertemente contra el suyo mientras dejaba escapar el que sería uno de sus últimos gemidos de la noche, el nombre de su pareja precipitó en su boca y aquel efímero momento en que el propio ser se siente más ligero le recorrió, Jaejoong continuaba  gimiendo contra su pecho, la frente oprimida en su hombro y las piernas ya sin potencia para mantenerse a sí mismo, pudo sentir al otro terminar sobre ambos y fue consciente de que por leves segundos se había desconectado del mundo, las paredes del menor ahora le hacían sentir  extraño, ya no tenía fuerzas y la hipersensibilidad que acarrea el orgasmo comenzó a hacer mella en partes importantes de su anatomía.

-Changmin...

                Fue un jadeo por parte de su pareja mientras se desarmaba entre sus brazos, sonrió ligero y se dejó caer hacia atrás con Jaejoong entre sus brazos y saliendo poco a poco de su cuerpo.

-Fue... espectacular.

-Soy así de bueno.

                El menor le dio un ligero golpe en el brazo, sus ojos comenzaron a cerrarse por el cansancio, se acomodó en el pecho del otro y los cerró buscando algo de descanso.

-¿Pretendes quedarte así?- Changmin se removió intranquilo bajo su pareja, sintiendo de a poco al maniaco del orden surgir en él –Hey... Jae... ¡Hey!

                Jaejoong se dio vuelta y enterró el rostro en el mullido cojín.

-No molestes...

Dejó escapar débilmente y pronto se dejó ir a los brazos de Morfeo, demasiado cansado como para aflorar su propio sentido de la limpieza. Changmin suspiró y tomando una de las toallas en su maleta caminó hacia el lavado para empaparla, el dolor en su entrepierna recordándole todo con cada paso.

-Esto no es nada romántico sabes- Le reclamó fuerte al otro mientras le limpiaba, sin embargo sus manos se movían con delicadeza sobre él, dibujando de apoco la silueta –Pero... es extrañamente agradable.

                Una sonrisa se dibujó en los labios ajenos y pronto Changmin se encontraba de nuevo bajo el abrazo de su pareja.

-Hey, si estabas despierto me hubieses ahorrado el trabajo- Esperó una respuesta pero Jaejoong estaba completamente dormido, dejó escapar un suspiro y desechó la toalla a un costado de la cama –Que cómodo eres...

                Se adecuó contra su pecho y pronto no pudo volver a moverse, sin embargo lo cierto era que no le molestaba mucho que fuese así, aquella noche ambos se fueron a dormir con una sonrisa en los labios.

Continuará...

***

[1] Eso es un Chiste que solo Jaceni entenderá... probablemente, un día comentábamos el cómo se tiende a escribir aquello en los fanfics, y eso nos llevo a la siguiente imagen.