Título: Amor en tiempos de guerra.
Autor(a): Ally.
Fandom: DBSK,
TVXQ, DBSG como quieran llamarle (Ahora al igual JYJ aunque soy una OT5).
Pareja: Jaemin/Minjae (No específica), Yoochun/Female, Junsu/??
Tipo: Yaoi
Género: Angst,
drama.
Nota: “Y quizás jamás lo sabría, nadie conocería la
historia de Yunho, Junsu, Yoochun, Changmin o Jaejoong, permanecerían como
números en brutos, la raya para la suma de una guerra absurda, una que tan solo
había hecho perder a quien se involucrase en ella, después de todo, en una
guerra... nadie ganaba al final”
Disclaimer: Esto no tiene relación de mando alguna con SM Entertainment ni C-JES Entertainment, los chicos no me pertenecen y ciertamente no lucro con ellos como Lee Soo Man.
Amor
en tiempos de guerra.
En un no tan lejano lugar, hace no mucho
tiempo, existían dos países en uno, divididos casi por nada, claro está, si no
fuese por aquellos ‘casi’ la vida sería tan distinta... Corea se encontraba separada
en dos, dicen que no hay cosa en el mundo que fragmente a un pueblo más que sus
creencias y la forma testaruda en que las instauran por sobre las de otros y
estas ‘neo-coreas’ eran la viva ejemplificación de ello.
Un norte budista, un sur cristiano ¿En
qué segundo ambas posturas se habían vuelto irreconciliables? Lo cierto es que
pocos lo recordaban con exactitud, y quizás esto mismo lo hacía más visceral
aún, fue en este contexto que Shim Changmin y Kim Jaejoong vinieron a este
mundo, bajo el seno de familias acomodadas, fieras, repletas de odio por el
otro bando.
Existía una enorme reja en el límite de
ambos ‘países’, una que pasaba justo en medio del pequeño poblado que existía
cerca de sus respectivas casas, nadie sabía bien en qué punto amigos, vecinos,
familias completas fueron enemistadas por tan absurda razón, pero la reja
estaba allí y ambos lados se odiaban con ímpetu, es más, eran el símbolo de la
división en el país.
Shim Changmin vivía en el sector norte, sus
ojos brillantes demostraban tal conocimiento que sus padres a menudo decían había
sido tocado por la gracia de Buda en su nacimiento, su padre era un militar ya
retirado y con grandes conexiones en el gobierno de su país, Changmin no creía
que fuese una bendición, sino más bien el simple hecho de que tenía la suerte
de estar del lado que había conservado la pequeña biblioteca del pueblo y por
ende mejor acceso al conocimiento, un conocimiento no meramente militar como
los aburridos libros que su padre le hacía leer.
Jaejoong por el contrario vivía en la
parte sur, su familia abrazaba la nueva creencia traída de occidente, una que
sus padres insistían amaba e incorporaba a todos pero Jaejoong, con el escaso
conocimiento que tuviese en sus cortos años, se preguntaba porque dos seres que
se suponía deseaban lo mismo habían terminado en tan malos términos ¿No podían
ser súper mejores amigos o algo así?, el odio era tácito, cultivado de a poco
en los corazones de los más jóvenes, impulsado por aquella aversión casi animal
que se tenían los mayores, Jaejoong no entendía y por ello mismo había decidido
que tanto ‘Cristo’ como ‘Buda’ no eran muy amigables que digamos y por ende
ninguno le llamaba la atención, él creía en ser bueno, si, en ser amable, si, en
procurar dar lo mejor de sí siempre, sin lugar a dudas, pero los lados parecían
no pensar igual y por ellos se habían quedado sin su solicitud de membrecía.
-No
es que ustedes sean malos- Hablaba a menudo con ambos líderes espirituales
mientras caminaba perdido entre los árboles -Es solo que sus fans están mal de
la cabeza.
Frases eran dichas a uno y otro lado,
insultos, objetos que volaban por sobre la reja y se estrellaban a los pies del
‘enemigo’, a Kim Jaejoong este tipo de cosas no le llamaban la atención, una de
sus hermanas mayores, Sooyoung, la más linda de todas ellas y la de mejor
corazón, le había enseñado todo sobre el mundo mientras ayudaba a criar, sobre
la igualdad, el derecho de las personas a cosas dignas, del como la gente rica
acaparaba todo... como una cosa tan idiota como una creencia, una que se
suponía debía ser generosa con quien la quisiera, desaparecía miles de personas
al año, claro todo esto antes de escapar con las fuerzas revolucionarias o algo
así, por su edad los mayores habían preferido no explicarle tal concepto y en
lugar de decir donde estaba, tan solo la habían borrado del árbol familiar y
todos continuaban con sus vidas, Sooyoung le había dicho una vez... que aquello
que más les diferenciaba era eso que les hacía similares, Jaejoong jamás se
olvidó de ello, incluso cuando su padre comenzó a hablar sobre las maldades del
otro lado.
Dicen que el amor no distingue raza,
sexo o nacionalidad, desde el primer momento en que hubiesen puesto sus ojos el
uno en el otro, Changmin y Jaejoong eran prueba fehaciente de ello.
Se conocieron una mañana de lluvia, la
madre de Jaejoong le envió a buscar a Vik, la mascota de la familia, quien por
tercera vez en el mes había escapado de casa, a veces pensaba que entre tanto
hijo, a su querida progenitora tan solo le quedaba amor por el can de la
familia. Estaba embarrado hasta las rodillas y completamente empapado por la
lluvia, Vik no aparecía y Jaejoong, de momento, no era la persona más feliz del
mundo, ya fuese por el frío, el hambre o el hecho de que el ‘Estúpido perro’
había creado costumbre ya; Fue entonces que le encontró, Vik movía la cola
feliz mientras tocaba su nariz con una pequeña perrita al otro lado de la reja,
junto a ella, un muchachito menudo que parecía un par de años menor que él
mismo, se acercó con cautela vigilando al otro ¿Un nortino cerca de la reja?,
jamás había topado con uno. Jaejoong nunca en su vida había visto alguien así,
sus ojos brillaban de un modo particular, repletos de conocimiento, no como los
de la gente en su villa apagados y rencorosos, el chico lucía limpio, apartado
del odio ajeno, eran la clase de ojos que solía tener su hermana y que jamás
hubo visto en alguien más, eran realmente fascinantes.
-Hola-
Se aventuró temeroso, sabía que en el otro lado hablaban el mismo idioma, pero
bien podría este chico venir de algún otro lugar, de esos al otro lado del
océano de las cuales hablaba su abuelo, un reino oculto en el cual no existía
el odio de su propio país, ojos brillantes le contempló por treinta largos
segundos, probablemente debatiendo entre permanecer o escapar a su presencia,
con un ligero chasquido de lengua se decidió por lo primero.
-Hola-
Fue un sonido agudo y tenue, el pequeño corazón de Jaejoong comenzó a latir
desbocado, se acercó tímidamente hacia el otro y sin preguntar tomó asiento bajo
la sombra del sauce llorón que su tatara-abuelo había traído de tierras lejanas
y compartía tronco entre ambos lados, justo en medio, escondiéndose así de la
lluvia y logrando que el otro chico se acercase por inercia.
Changmin estaba embobado, el muchacho
frente a si lucía como Sooyoung noona, esa que se hubiese oculto en su granero
una noche con otros dos chicos, aquella que le había regalado su primer libro y
dicho que sin conocimiento tan solo sería un subordinado más de los poderosos,
la misma que había alimentado sus ansias de conocimiento y con ello, se había
vuelto el primer amor de Changmin. Este chico, este chico frente a él... este
chico tenía sus ojos, grandes, perfectos, brillantes, libres de rencor,
soñadores, justo como los de ella.
La amistad de Changmin y Jaejoong desde
el día uno había sido difícil de definir, si es que podía ser considerado lo
que tenían amistad, las primeras semanas volvían casi por inercia al lugar y
mientras ambos animales se perseguían felices a lo largo de la reja, permanecían
silentes, a veces Changmin traía un libro, otras veces Jaejoong un cuaderno,
cada uno se concentraba en sus propios asuntos robando de vez en cuanto una
mirada furtiva de su acompañante, una mañana sin nombre, dos años después, una
que a futuro ni siquiera podrían recordar del todo, Jaejoong preguntó algo que
Changmin, el rey del comentario rápido, no supo responder.
-Oye...
¿Por qué crees que exista una reja apartando al bosque?... Me pregunto si le
dolerá...
Changmin no era botánico, no sabía nada
sobre los sentimientos de las plantas pero pudo deducir que el otro muchacho se
refería más bien a otra cosa, quizás a ellos mismos o la sociedad en general, o
al los países y la propia humanidad, podían ser tantas cosas.
-Sooyoung
noona me preguntó lo mismo...- Dejó escapar casi por inercia –Una vez.
Algo hizo clic en el interior de
Jaejoong, sus ojos buscaron los de su acompañante y luego de dos años de
silente contemplación, un caudal de palabras escapó a sus labios.
-¿Conoces
a mi hermana mayor?
Changmin enfocó la vista en él con
rapidez.
-¿Tu
hermana... mayor?
-¿La
conoces? ¿Cómo está? ¿Está bien? ¿Donde la viste? ¿Puedo verla?
Se aferró con fuerza a la reja asustando
al otro muchacho, el pequeño corazón de once años de Jaejoong saltaba de un
lado a otro, por fin después de tanto tiempo tenía noticias concretas de su
hermana.
Changmin estaba atemorizado, lo cierto
es que sin aquel exiguo ‘Hola’ que el otro hubiese dicho al momento de conocerse,
habría pensado que era mudo, de golpe este niño que siempre creyó tranquilo e
introvertido se mostraba con el ser más hablador que jamás hubiese conocido y
esto de algún modo le intimidaba y encantaba al tiempo. Respiró hondo
intentando no tartamudear.
-La
vi... una vez- Comenzó con presteza, Jaejoong atento a sus palabras.
Pasaron aquella tarde hablando sobre
Sooyoung, intercambiando ideas de su paradero o en que aventura estaría ahora,
quizás en un país lejano luchando por la igualdad. Habían descubierto que la
compañía del otro les hacía sentir menos solos, como si realmente perteneciesen
a un lugar en el mundo, Jaejoong enseñó a Changmin sobre el trabajo duro, las
bondades de la naturaleza y como ser autosuficiente; Changmin por su parte,
enseñó a Jaejoong todo aquello que había acumulado en sus nueve años de lectura,
claro está la lectura que no era de carácter militar, el otro odiaba la
violencia, la eficiencia metódica con que cultivase su propia vida y como
evitar problemas pensando antes de actuar.
Su amistad continuó a lo largo del
tiempo, desarrollándose con calma, oculta de ambas familias, Changmin poco a
poco comenzó a olvidar aquel primer amor y a vivir de los erráticos efectos que
la adolescencia y su propio mejor amigo provocaban en él; Jaejoong por su
parte, jamás había tenido sentimiento alguno de amor de pareja que no
respondiese al nombre del menor, poco a poco los silencios incómodos se hacían
más amplios y las miradas furtivas y rostros sonrojados más comunes.
Un mañana de febrero, después de que
Changmin cumpliese 16 años, y para el cual Jaejoong había preparado una hermosa
pintura de regalo, este desapareció sin dejar rastro ni decir adiós. Jaejoong
no supo bien a qué se debía esto, por largos meses volvía al lugar esperando
ver al otro muchacho aparecer tras el denso bosque, Vik lucía igual de
descorazonado que él, murió de pena al no tener ya a la pequeña Mangdong, su
familia había dicho que era la edad, Vik era ya un perro muy viejo después de
todo, pero Jaejoong sabía mejor, lo sabía, porque él mismo se sentía morir
desde que el menor no estuviese en su vida.
***
La guerra comenzó exactamente un mes
después del cumpleaños número veintiuno de Jaejoong, como la mayoría de ellas...
por un motivo estúpido. El grupo revolucionario, aquel fatídico grupo al cual
se había unido su querida Sooyoung, había puesto una bomba en el automóvil de
la mano derecha del presidente del norte, automóvil en que por casualidades del
destino, y una relación oculta a la prensa y su propio padre, la hija menor de
este se encontraba, las noticias se habían esparcido como la peste negra entre las
personas, se hablaba de los revolucionarios del sur, aquellos que solo deseaban
el caos y la destrucción, de no permitir eso, de que sabrían de que estaba
hecho el norte, Jaejoong miraba la televisión y tan solo podía recordar a su
hermosa hermana, aquellos ojos profundos y libres que tanto idolatró, aquellos
que ansiaban la igualdad, esos que sin querer habían iniciado un conflicto
estúpido, salobre, gigantescamente idiota.
Jaejoong era mayor de edad y estaba
sano, rápidamente fue incluido en las filas por obligación, cosa en la cual su
padre estaba totalmente de acuerdo ‘Trae honor a tu familia, hazte hombre’ le
decía mientras golpeaba con orgullo su hombro ¿Qué clase de honor había en
acarrear consigo la muerte? Pensaba su hijo, pero aún así tuvo que ir a la
guerra, y en la guerra aprendió y cambió como todos; Su cuerpo menudo y muchas
veces considerado femenino engruesó, los músculos brotaron y aunque continuaba
siendo hermoso, el aire varonil que hubo adquirido le hacía sentir más
confidente en sí, fue asignado al frente, justo junto a la línea enemiga,
conoció allí a Kim Junsu y Park Yoochun, sus compañeros de reclutamiento y los
únicos dos con los cuales logró entablar una amistad, pasaban largas horas
hablando de sus planes a futuro y proyecciones de vida mientras hacían guardia,
Yoochun tenía una linda novia que le esperaba y estaban decididos a casarse en
cuanto terminara la guerra, Junsu no dejaba entrever mucho de ese aspecto en su
vida, sin embargo, de vez en cuando en
las largas horas en vela haciendo guardia lograban sonsacarle algo, podían ver
brillar sus ojos y sonreír, Jaejoong sospechaba del porqué Junsu no deseaba
revelar aquel nombre en alto.
Una mañana de invierno, fueron enviados
a tarea de reconocimiento, era sencillo, visitar unas granjas abandonadas en la
frontera de ambas naciones, con lo que no contaban era con el escuadrón enemigo
que llegaría al lugar, parecía una emboscada, Jaejoong estaba furioso. Yoochun
cayó al suelo herido en una pierna y antes de que sus dos compañeros pudiesen
hacer nada, su vida se extinguió, alcanzado con presteza por una bala bien
situada entre sus ojos, a veces la vida
podía ser tan cruel... La pobre Jimin debería encontrar un nuevo amor.
Junsu fue el siguiente, con ojos
inyectados en lágrimas, dispuesto a sacrificarse si con ello tomaba la vida de
hijo de puta que había matado a uno de sus mejores amigos, fue alcanzado en su
pecho, Jaejoong tan solo fue capaz de tirar de él hacia un lugar seguro.
-Junsu,
Junsu escúchame, mantente despierto, por tu misma madre no te atrevas a dormir.
Jamás había temido tanto por la
integridad de otra persona, en su mente la autosuficiente sonrisa de Changmin
le alentaba a continuar con vida, a pensar que en un futuro cercano y sin
guerra de por medio, seguro le volvería a encontrar, pero Junsu no había
aguantado la noche y con ello Jaejoong volvió a estar completamente solo. Dicen
que lo más preciado en el mundo es tu propia vida, él no lo creía tan así, pero
debía mantenerse con vida si deseaba encontrar al otro muchacho.
Jaejoong se volvió una máquina, su
rostro siempre cubierto por el paño blanco que Junsu con tanto anhelo llevaba
firme en su bolsillo, en su chaqueta la hermosa imagen de Jimin con que Yoochun
a menudo les hacía morisqueta ‘Jamás tendrán una novia más hermosa que esta’
curiosamente ambos asentían al escuchar tal comentario; Disparando a diestra y
siniestra, eliminando metódicamente a todos aquellos que intentasen ingresar a
ese lugar, pronto se esparció el rumor de un ángel de muerte que extinguía
pelotones enteros. Se le asignó a Shim Changmin, el capitán más joven de todos
y el con mejor estadística, ir a investigar.
***
Cuando el destino desea unir a dos
personas, puede llegar a ser francamente insufrible, Jaejoong estaba seguro de
ello, en especial cuando al dar un paso en falso un día escapando de un par de
soldados, quedó cara a cara con quien hubiese anhelado tanto ver.
-Por
fin te encuentro.
La mirada de Changmin era fija, su mano
aferrada con fuerza al fusil, Jaejoong no sabía bien que pensar. Continuaba
igual, bueno, quizás más alto, mucho más alto, pero al contrario del cambio
radical que hubo experimentado Jaejoong al ingresar en el ejército, a pesar de
los años podía identificar claramente los rasgos de su mejor amigo, desde sus
pómulos pronunciados hasta la pequeña cicatriz en su cuello cuando le extrajeron
las amígdalas y Jaejoong había muerto de preocupación por dos semanas sin
verle, Changmin continuaba siendo igual de interesante que la primera vez que
le vio. Su corazón dio un vuelco en su pecho y comenzó a latir desbocado, hacía
más de cinco años que no sabía nada de él, ni el más mínimo rumor y de pronto, estaba
allí, en toda su gloria.
-Min...
Ah- Musitó quedo, el otro dirigió una mirada cargada de ironía, su mano sujetó
con fuerza el arma, Jaejoong no supo bien cómo reaccionar.
-No
te muevas.
-¿De
qué hablas?
-Sé
quién eres- Dejó escapar con saña, Jaejoong sintió su pecho hundir -Eres el
ángel de la muerte... el que ha matado a dos escuadrones ya, nos han enviado a
asesinarte.
-Changmin...-
Dio un paso errático intentando que el otro pudiese notar quien era en realidad
pero su máscara no dejaba que lo hiciera, Jaejoong necesitaba sacarla antes de
que el otro fuese capaz de reaccionar, en un rápido movimiento dejó libre su
rostro y avanzó un par de pasos ante la mirada lívida del menor.
-¡Código
rojo se acerca al capitán!
Se escuchó un disparo y Jaejoong cayó
desplomado al suelo justo a los pies de Changmin, su rostro ya descubierto, la
sangre escapando rauda e impregnando el blanco pañuelo, el menor por un segundo
sintió su propia vida escapar con él.
-Jae...
¿Jaejoong?... ¡Jaejoong!- Sus manos temblaron con angustia y el arma cayó al
suelo junto con su dueño, arrodillado junto al cuerpo de Jaejoong, Changmin tan
solo podía maldecir al destino. -Jae...
-Capitán,
Capitán ¿Se encuentra bien?
La furia del joven destilaba en el
ambiente, su escuadrón, o lo que quedaba de este, retrocedió asustado, jamás
habían visto tal visión en su rostro, ni siquiera con las noticias de Jung
Yunho, su más cercano camarada, siendo enviado a su hogar en un cajón.
-Regresen
a la base.
-Pero
señor, su padre dijo que llevásemos el cuer...
-¡Les
dije que regresen a la base es una orden!
-Sí
señor.
Todos sus hombres caminaron lejos del
lugar preguntándose qué diablos sucedía con su líder, no era de demostrar mucho
¿Quién era ese tal ángel que habían abatido? Changmin contempló al otro con
rabia, sus ojos inyectados en lágrimas.
-¿Qué
estás haciendo acá? ¿Qué mierda estás haciendo acá? Por tu reverenda madre Jaejoong,
por la misma mierda -Sus murmullos erráticos escapaban con fuerza, la sangre
del mayor escapando de la comisura de sus labios, Changmin intentaba por todos
los medios el dejarles limpios de esta sin ser capaz -Jaejoong... se supone que
esperarías junto al árbol... que jamás te involucrarías en esta estúpida,
estúpida, estúpida, estúpida guerra.
Pero este ya no podía contestarle, lo
estrechó con fuerza entre sus brazos depositando un beso tras otro en su rostro,
buscando hacer algo con que soñó alguna vez y este cruel mundo parecía arrebatarle,
la única persona por la cual seguía viviendo incluso después de que su padre fuese
asignado como general y llamado a la capital del norte para planear un
atentado, una mentira, una guerra, un destino que se burlaba de ambos. Fue diez minutos más tarde, cuando un sórdido
disparo se dejó escuchar, que Shim Changmin cayó desplomado sobre el cuerpo de
su mejor amigo, su amor de adolescencia, ese que abandonó pero que no volvería
a dejar atrás.
***
Kim Sooyoung, conocida ahora como Choi
Sooyoung despertó de golpe en un lejano bunker mientras sus compañeros
planeaban propaganda.
-¿Que
sucede contigo?
Minho estrechó su talle buscando
confortarle, la chica se dejó hacer mientras inhalaba la esencia del que fuese
ahora su esposo.
-No
se... siento que acabo de perder algo importante, algo tan importante.
Y quizás jamás lo sabría, nadie
conocería la historia de Yunho, Junsu, Yoochun, Changmin o Jaejoong,
permanecerían como números en brutos, la raya para la suma de una guerra
absurda, una que tan solo había hecho perder a quien se involucrase en ella,
después de todo, en una guerra... nadie ganaba al final.
Fin.
PD: Jimin es la co-protagonista de Chunnie en Rooftop Prince, me encantan ellos juntos ♥
Nota: Odio como quedó al final este fanfic, así que creo lo haré de nuevo, más largo y mejor redactado, además me adentraré mejor en las historias de todos u.u Ufff sorry, ya se que no ganaré con él.
PD2: Puede verse como una crítica al estado actual de Cassiopeia o solo como una tonta historia inventada, incluso como crítica a algo más, todo depende de ustedes.
PD2: Puede verse como una crítica al estado actual de Cassiopeia o solo como una tonta historia inventada, incluso como crítica a algo más, todo depende de ustedes.
Con cariño para todas las chicas de Wild Hearts, Jaemin forever ♥
Nienna Jung:
ResponderEliminarMe gusta el fic mucho pero me da pena :C es como noooooooooooooooooooooooo me duele ver como mueren de hecho no pude evitar derramar lagrimas T.T en algunos momentos :( !¡
es difícil muy difícil ver a los chicos sufriendo de solo imaginarlo el alma se me parte :(
Muchas gracias por leerlo Nin ♥ ya se que te hace triste ): lo siento...
EliminarCreo que podría, si llego a retomarla sería un fic de varios capítulos. Gracias por leer Rose, sigue siendo muchos más mula que todos los suyos u.u
ResponderEliminarT_T juro que en estos momentos los ojos me están brillando por las ganas de llorar que tengo, por qué escribes tan bien? ya te lo he dicho muchas veces, escribes de tal forma que siento como mías las emociones de tus personajes *o* una hermosa historia, un amor tan puro que tuvo un final trágico, pero lo amé, me gustó mucho, me encantó! Sería magnífico si conviertes esta historia en un serial ^^
ResponderEliminarP.D. Me encanta la pareja de Yoochun con Han JiMin son tan lindos <3
Muchas, muchas gracias por compartir tu creatividad con tod@s l@s que amamos el JM <3
También me gusta mucho la pareja de ellos dos :D *Hetero de Chun favorita ♥*
EliminarOhh siento que te diera pena el fanfic ): la historia me gusta mucho pero no puedo evitar pensar que la arruiné y bastante u.u
Muchas pero muchas gracias por dejar comentario, me comenzaba a deprimir que nadie lo hiciera casi ):
T-T waaaaaa los 5 murieron y Changmin y Jaejoong solo se pudieron reencontrar pocos minutos antes de su muerte dios que triste muy bueno pero muy triste
ResponderEliminarSip, lo siento mucho ): cada vez que trato de participar en algo termino haciendo cosas tristes ;_;
EliminarNtp estubo muy bueno todo lo malo tiene su lado bueno ten en cuenta que su amor duro por mucho tiempo antes de morir no te pongas mal n.n
EliminarT.T
ResponderEliminarPobres...las malditas guerras en las que lo unico que se gana es sufrimiento T.T
Siii esqqq ¬¬ no se como la gente puede ser tan tonta y meterse en esas cosas...aish...me ha gustado mucho en serio, aunki sufri muchimo por los 5...pobrecitos T.T
Imagino que te costaria mucho acabar con todos los personajes...yo misma lo hago y termino llorando a lagrima viva XD
Definitivamente solo hay sufrimiento cuando pasan guerras u.u Me costó bastante.
EliminarOdio como quedó este fic, creo que lo escribiré de nuevo.
Que crudo. Esta vez sentí el texto quizás un tanto apurado, ¿podría ser? En todo caso, igual me encantó. Si llegas a reescribirlo, seguro que lo leeré, sería interesante, y sospecho que me aclararía un par de dudas.
ResponderEliminarLo más triste creo que para mí, fue saber que JJ ni siquiera pudo compartir (tras la guerra) un buen momento con Minnie antes de morir; apenas esperaba ser reconocido cuando le cayó el disparo. Esas escenas crudas de muerte me recordaron mucho a Salvando al Soldado Ryan, de esos momentos donde gritas "¡Joder, por qué él, y en ese momento!" y, por otro lado, en las escenas de infancia recordé también El Niño de la Pijama de Rayas, así como los videitos esos de Vocaloid 'Paper Plane' y 'Prisoner'. Escenas hermosas pero que no dejan de ser trágicas y te atoran el nudo en la garganta.
Uno desearía encontrar un final feliz, pero lo cierto es que ésta clase de historias sólo pueden terminar así, ¿no? Frustrante realidad.
Yep está apurado, porque era para un concurso pero justo me dio influenza y pasé 1 semana más o menos en cama al final escribí la mitad el último día, por eso prometí a las chicas usar este plot para hacer algo más largo y pausado... Aunque no se de aquí a cuando lo haré. Muchas gracias por leer a pesar del obvio apuro u.u
EliminarTambién es triste pensar en eso, de hecho creo que variaré el final si llego a reescribirlo.
Sería un giro interesante de ver, ciertamente ^^ Además, todos amamos los finales felices (o bueno, casi todos).
EliminarHahaha tú tómate tu tiempo, y deja que la musa de la inspiración te ilumine con su manto bendito (?)
Que triste final , pero me gusto mucho como cultivaron su amistad a pesar de saberse que eran enemigos por causas que ni ellos habían elegido y sí la guerra es demasiado tonta soló se dejan llevar por orgullo y egos y no se dan cuenta la muerte de vidas inocentes ..
ResponderEliminarSoló se vieron un rato y se reconocieron antes de morir T_T muy triste , espero leer más cosas tuyas
PD: a mi también me encanta jimin como pareja hetero de chun .... ♥.♥ gracias por ponerla.
Siento mucho que el final haya sido triste, de hecho si vuelvo a escribir el fic trataré de cambiar en algo el asunto.
EliminarJimin y Yoochun son amor juntos ♥
No sabes mucho que siento que te odio -en sentido figurado- Me siento frustrada ;---; aiiiiissssshhhhh la vida a veces es una reverenda shiiiiiit T-T casi lloro t-t
ResponderEliminarLo siento mucho ¿A que se debe la frustración? :c
EliminarA que todos murierroooon ;A; y que changmin y Jaejoong no puedieron siquiera explicar que pasó en sus vidas en esos cinco años y askdhahkds ;AAAAAAA;
Eliminarcon este son tres one shot que he leido tuyos y cada uno a sacado de mí grandes sentimientos e impresiones, bien, que talento, gracias por compartirlo con nosotros :D
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