domingo, 10 de junio de 2012

Amor en tiempos de guerra.


Título: Amor en tiempos de guerra.
Autor(a): Ally. 
Fandom: DBSK, TVXQ, DBSG como quieran llamarle (Ahora al igual JYJ aunque soy una OT5).
Pareja: Jaemin/Minjae (No específica), Yoochun/Female, Junsu/??
Tipo: Yaoi 
Género: Angst, drama.
Nota: Y quizás jamás lo sabría, nadie conocería la historia de Yunho, Junsu, Yoochun, Changmin o Jaejoong, permanecerían como números en brutos, la raya para la suma de una guerra absurda, una que tan solo había hecho perder a quien se involucrase en ella, después de todo, en una guerra... nadie ganaba al final


Disclaimer: Esto no tiene relación de mando alguna con SM Entertainment ni C-JES Entertainment, los chicos no me pertenecen y ciertamente no lucro con ellos como Lee Soo Man.






Amor en tiempos de guerra.


En un no tan lejano lugar, hace no mucho tiempo, existían dos países en uno, divididos casi por nada, claro está, si no fuese por aquellos ‘casi’ la vida sería tan distinta... Corea se encontraba separada en dos, dicen que no hay cosa en el mundo que fragmente a un pueblo más que sus creencias y la forma testaruda en que las instauran por sobre las de otros y estas ‘neo-coreas’ eran la viva ejemplificación de ello.

Un norte budista, un sur cristiano ¿En qué segundo ambas posturas se habían vuelto irreconciliables? Lo cierto es que pocos lo recordaban con exactitud, y quizás esto mismo lo hacía más visceral aún, fue en este contexto que Shim Changmin y Kim Jaejoong vinieron a este mundo, bajo el seno de familias acomodadas, fieras, repletas de odio por el otro bando.

Existía una enorme reja en el límite de ambos ‘países’, una que pasaba justo en medio del pequeño poblado que existía cerca de sus respectivas casas, nadie sabía bien en qué punto amigos, vecinos, familias completas fueron enemistadas por tan absurda razón, pero la reja estaba allí y ambos lados se odiaban con ímpetu, es más, eran el símbolo de la división en el país.

 Shim Changmin vivía en el sector norte, sus ojos brillantes demostraban tal conocimiento que sus padres a menudo decían había sido tocado por la gracia de Buda en su nacimiento, su padre era un militar ya retirado y con grandes conexiones en el gobierno de su país, Changmin no creía que fuese una bendición, sino más bien el simple hecho de que tenía la suerte de estar del lado que había conservado la pequeña biblioteca del pueblo y por ende mejor acceso al conocimiento, un conocimiento no meramente militar como los aburridos libros que su padre le hacía leer.

Jaejoong por el contrario vivía en la parte sur, su familia abrazaba la nueva creencia traída de occidente, una que sus padres insistían amaba e incorporaba a todos pero Jaejoong, con el escaso conocimiento que tuviese en sus cortos años, se preguntaba porque dos seres que se suponía deseaban lo mismo habían terminado en tan malos términos ¿No podían ser súper mejores amigos o algo así?, el odio era tácito, cultivado de a poco en los corazones de los más jóvenes, impulsado por aquella aversión casi animal que se tenían los mayores, Jaejoong no entendía y por ello mismo había decidido que tanto ‘Cristo’ como ‘Buda’ no eran muy amigables que digamos y por ende ninguno le llamaba la atención, él creía en ser bueno, si, en ser amable, si, en procurar dar lo mejor de sí siempre, sin lugar a dudas, pero los lados parecían no pensar igual y por ellos se habían quedado sin su solicitud de membrecía.


-No es que ustedes sean malos- Hablaba a menudo con ambos líderes espirituales mientras caminaba perdido entre los árboles -Es solo que sus fans están mal de la cabeza.


 Frases eran dichas a uno y otro lado, insultos, objetos que volaban por sobre la reja y se estrellaban a los pies del ‘enemigo’, a Kim Jaejoong este tipo de cosas no le llamaban la atención, una de sus hermanas mayores, Sooyoung, la más linda de todas ellas y la de mejor corazón, le había enseñado todo sobre el mundo mientras ayudaba a criar, sobre la igualdad, el derecho de las personas a cosas dignas, del como la gente rica acaparaba todo... como una cosa tan idiota como una creencia, una que se suponía debía ser generosa con quien la quisiera, desaparecía miles de personas al año, claro todo esto antes de escapar con las fuerzas revolucionarias o algo así, por su edad los mayores habían preferido no explicarle tal concepto y en lugar de decir donde estaba, tan solo la habían borrado del árbol familiar y todos continuaban con sus vidas, Sooyoung le había dicho una vez... que aquello que más les diferenciaba era eso que les hacía similares, Jaejoong jamás se olvidó de ello, incluso cuando su padre comenzó a hablar sobre las maldades del otro lado.

Dicen que el amor no distingue raza, sexo o nacionalidad, desde el primer momento en que hubiesen puesto sus ojos el uno en el otro, Changmin y Jaejoong eran prueba fehaciente de ello.

Se conocieron una mañana de lluvia, la madre de Jaejoong le envió a buscar a Vik, la mascota de la familia, quien por tercera vez en el mes había escapado de casa, a veces pensaba que entre tanto hijo, a su querida progenitora tan solo le quedaba amor por el can de la familia. Estaba embarrado hasta las rodillas y completamente empapado por la lluvia, Vik no aparecía y Jaejoong, de momento, no era la persona más feliz del mundo, ya fuese por el frío, el hambre o el hecho de que el ‘Estúpido perro’ había creado costumbre ya; Fue entonces que le encontró, Vik movía la cola feliz mientras tocaba su nariz con una pequeña perrita al otro lado de la reja, junto a ella, un muchachito menudo que parecía un par de años menor que él mismo, se acercó con cautela vigilando al otro ¿Un nortino cerca de la reja?, jamás había topado con uno. Jaejoong nunca en su vida había visto alguien así, sus ojos brillaban de un modo particular, repletos de conocimiento, no como los de la gente en su villa apagados y rencorosos, el chico lucía limpio, apartado del odio ajeno, eran la clase de ojos que solía tener su hermana y que jamás hubo visto en alguien más, eran realmente fascinantes.


-Hola- Se aventuró temeroso, sabía que en el otro lado hablaban el mismo idioma, pero bien podría este chico venir de algún otro lugar, de esos al otro lado del océano de las cuales hablaba su abuelo, un reino oculto en el cual no existía el odio de su propio país, ojos brillantes le contempló por treinta largos segundos, probablemente debatiendo entre permanecer o escapar a su presencia, con un ligero chasquido de lengua se decidió por lo primero.

-Hola- Fue un sonido agudo y tenue, el pequeño corazón de Jaejoong comenzó a latir desbocado, se acercó tímidamente hacia el otro y sin preguntar tomó asiento bajo la sombra del sauce llorón que su tatara-abuelo había traído de tierras lejanas y compartía tronco entre ambos lados, justo en medio, escondiéndose así de la lluvia y logrando que el otro chico se acercase por inercia.


Changmin estaba embobado, el muchacho frente a si lucía como Sooyoung noona, esa que se hubiese oculto en su granero una noche con otros dos chicos, aquella que le había regalado su primer libro y dicho que sin conocimiento tan solo sería un subordinado más de los poderosos, la misma que había alimentado sus ansias de conocimiento y con ello, se había vuelto el primer amor de Changmin. Este chico, este chico frente a él... este chico tenía sus ojos, grandes, perfectos, brillantes, libres de rencor, soñadores, justo como los de ella.

La amistad de Changmin y Jaejoong desde el día uno había sido difícil de definir, si es que podía ser considerado lo que tenían amistad, las primeras semanas volvían casi por inercia al lugar y mientras ambos animales se perseguían felices a lo largo de la reja, permanecían silentes, a veces Changmin traía un libro, otras veces Jaejoong un cuaderno, cada uno se concentraba en sus propios asuntos robando de vez en cuanto una mirada furtiva de su acompañante, una mañana sin nombre, dos años después, una que a futuro ni siquiera podrían recordar del todo, Jaejoong preguntó algo que Changmin, el rey del comentario rápido, no supo responder.


-Oye... ¿Por qué crees que exista una reja apartando al bosque?... Me pregunto si le dolerá...


Changmin no era botánico, no sabía nada sobre los sentimientos de las plantas pero pudo deducir que el otro muchacho se refería más bien a otra cosa, quizás a ellos mismos o la sociedad en general, o al los países y la propia humanidad, podían ser tantas cosas.


-Sooyoung noona me preguntó lo mismo...- Dejó escapar casi por inercia –Una vez.



Algo hizo clic en el interior de Jaejoong, sus ojos buscaron los de su acompañante y luego de dos años de silente contemplación, un caudal de palabras escapó a sus labios.


-¿Conoces a mi hermana mayor?


Changmin enfocó la vista en él con rapidez.


-¿Tu hermana... mayor?

-¿La conoces? ¿Cómo está? ¿Está bien? ¿Donde la viste? ¿Puedo verla?


Se aferró con fuerza a la reja asustando al otro muchacho, el pequeño corazón de once años de Jaejoong saltaba de un lado a otro, por fin después de tanto tiempo tenía noticias concretas de su hermana.

Changmin estaba atemorizado, lo cierto es que sin aquel exiguo ‘Hola’ que el otro hubiese dicho al momento de conocerse, habría pensado que era mudo, de golpe este niño que siempre creyó tranquilo e introvertido se mostraba con el ser más hablador que jamás hubiese conocido y esto de algún modo le intimidaba y encantaba al tiempo. Respiró hondo intentando no tartamudear.


-La vi... una vez- Comenzó con presteza, Jaejoong atento a sus palabras.


Pasaron aquella tarde hablando sobre Sooyoung, intercambiando ideas de su paradero o en que aventura estaría ahora, quizás en un país lejano luchando por la igualdad. Habían descubierto que la compañía del otro les hacía sentir menos solos, como si realmente perteneciesen a un lugar en el mundo, Jaejoong enseñó a Changmin sobre el trabajo duro, las bondades de la naturaleza y como ser autosuficiente; Changmin por su parte, enseñó a Jaejoong todo aquello que había acumulado en sus nueve años de lectura, claro está la lectura que no era de carácter militar, el otro odiaba la violencia, la eficiencia metódica con que cultivase su propia vida y como evitar problemas pensando antes de actuar.

Su amistad continuó a lo largo del tiempo, desarrollándose con calma, oculta de ambas familias, Changmin poco a poco comenzó a olvidar aquel primer amor y a vivir de los erráticos efectos que la adolescencia y su propio mejor amigo provocaban en él; Jaejoong por su parte, jamás había tenido sentimiento alguno de amor de pareja que no respondiese al nombre del menor, poco a poco los silencios incómodos se hacían más amplios y las miradas furtivas y rostros sonrojados más comunes.

Un mañana de febrero, después de que Changmin cumpliese 16 años, y para el cual Jaejoong había preparado una hermosa pintura de regalo, este desapareció sin dejar rastro ni decir adiós. Jaejoong no supo bien a qué se debía esto, por largos meses volvía al lugar esperando ver al otro muchacho aparecer tras el denso bosque, Vik lucía igual de descorazonado que él, murió de pena al no tener ya a la pequeña Mangdong, su familia había dicho que era la edad, Vik era ya un perro muy viejo después de todo, pero Jaejoong sabía mejor, lo sabía, porque él mismo se sentía morir desde que el menor no estuviese en su vida.


***


La guerra comenzó exactamente un mes después del cumpleaños número veintiuno de Jaejoong, como la mayoría de ellas... por un motivo estúpido. El grupo revolucionario, aquel fatídico grupo al cual se había unido su querida Sooyoung, había puesto una bomba en el automóvil de la mano derecha del presidente del norte, automóvil en que por casualidades del destino, y una relación oculta a la prensa y su propio padre, la hija menor de este se encontraba, las noticias se habían esparcido como la peste negra entre las personas, se hablaba de los revolucionarios del sur, aquellos que solo deseaban el caos y la destrucción, de no permitir eso, de que sabrían de que estaba hecho el norte, Jaejoong miraba la televisión y tan solo podía recordar a su hermosa hermana, aquellos ojos profundos y libres que tanto idolatró, aquellos que ansiaban la igualdad, esos que sin querer habían iniciado un conflicto estúpido, salobre, gigantescamente idiota.

Jaejoong era mayor de edad y estaba sano, rápidamente fue incluido en las filas por obligación, cosa en la cual su padre estaba totalmente de acuerdo ‘Trae honor a tu familia, hazte hombre’ le decía mientras golpeaba con orgullo su hombro ¿Qué clase de honor había en acarrear consigo la muerte? Pensaba su hijo, pero aún así tuvo que ir a la guerra, y en la guerra aprendió y cambió como todos; Su cuerpo menudo y muchas veces considerado femenino engruesó, los músculos brotaron y aunque continuaba siendo hermoso, el aire varonil que hubo adquirido le hacía sentir más confidente en sí, fue asignado al frente, justo junto a la línea enemiga, conoció allí a Kim Junsu y Park Yoochun, sus compañeros de reclutamiento y los únicos dos con los cuales logró entablar una amistad, pasaban largas horas hablando de sus planes a futuro y proyecciones de vida mientras hacían guardia, Yoochun tenía una linda novia que le esperaba y estaban decididos a casarse en cuanto terminara la guerra, Junsu no dejaba entrever mucho de ese aspecto en su vida, sin embargo,  de vez en cuando en las largas horas en vela haciendo guardia lograban sonsacarle algo, podían ver brillar sus ojos y sonreír, Jaejoong sospechaba del porqué Junsu no deseaba revelar aquel nombre en alto.

Una mañana de invierno, fueron enviados a tarea de reconocimiento, era sencillo, visitar unas granjas abandonadas en la frontera de ambas naciones, con lo que no contaban era con el escuadrón enemigo que llegaría al lugar, parecía una emboscada, Jaejoong estaba furioso. Yoochun cayó al suelo herido en una pierna y antes de que sus dos compañeros pudiesen hacer nada, su vida se extinguió, alcanzado con presteza por una bala bien situada entre sus ojos,  a veces la vida podía ser tan cruel... La pobre Jimin debería encontrar un nuevo amor.

Junsu fue el siguiente, con ojos inyectados en lágrimas, dispuesto a sacrificarse si con ello tomaba la vida de hijo de puta que había matado a uno de sus mejores amigos, fue alcanzado en su pecho, Jaejoong tan solo fue capaz de tirar de él hacia un lugar seguro.


-Junsu, Junsu escúchame, mantente despierto, por tu misma madre no te atrevas a dormir.


Jamás había temido tanto por la integridad de otra persona, en su mente la autosuficiente sonrisa de Changmin le alentaba a continuar con vida, a pensar que en un futuro cercano y sin guerra de por medio, seguro le volvería a encontrar, pero Junsu no había aguantado la noche y con ello Jaejoong volvió a estar completamente solo. Dicen que lo más preciado en el mundo es tu propia vida, él no lo creía tan así, pero debía mantenerse con vida si deseaba encontrar al otro muchacho.

Jaejoong se volvió una máquina, su rostro siempre cubierto por el paño blanco que Junsu con tanto anhelo llevaba firme en su bolsillo, en su chaqueta la hermosa imagen de Jimin con que Yoochun a menudo les hacía morisqueta ‘Jamás tendrán una novia más hermosa que esta’ curiosamente ambos asentían al escuchar tal comentario; Disparando a diestra y siniestra, eliminando metódicamente a todos aquellos que intentasen ingresar a ese lugar, pronto se esparció el rumor de un ángel de muerte que extinguía pelotones enteros. Se le asignó a Shim Changmin, el capitán más joven de todos y el con mejor estadística, ir a investigar.


***


Cuando el destino desea unir a dos personas, puede llegar a ser francamente insufrible, Jaejoong estaba seguro de ello, en especial cuando al dar un paso en falso un día escapando de un par de soldados, quedó cara a cara con quien hubiese anhelado tanto ver.


-Por fin te encuentro.


La mirada de Changmin era fija, su mano aferrada con fuerza al fusil, Jaejoong no sabía bien que pensar. Continuaba igual, bueno, quizás más alto, mucho más alto, pero al contrario del cambio radical que hubo experimentado Jaejoong al ingresar en el ejército, a pesar de los años podía identificar claramente los rasgos de su mejor amigo, desde sus pómulos pronunciados hasta la pequeña cicatriz en su cuello cuando le extrajeron las amígdalas y Jaejoong había muerto de preocupación por dos semanas sin verle, Changmin continuaba siendo igual de interesante que la primera vez que le vio. Su corazón dio un vuelco en su pecho y comenzó a latir desbocado, hacía más de cinco años que no sabía nada de él, ni el más mínimo rumor y de pronto, estaba allí, en toda su gloria.


-Min... Ah- Musitó quedo, el otro dirigió una mirada cargada de ironía, su mano sujetó con fuerza el arma, Jaejoong no supo bien cómo reaccionar.


-No te muevas.

-¿De qué hablas?

-Sé quién eres- Dejó escapar con saña, Jaejoong sintió su pecho hundir -Eres el ángel de la muerte... el que ha matado a dos escuadrones ya, nos han enviado a asesinarte.

-Changmin...- Dio un paso errático intentando que el otro pudiese notar quien era en realidad pero su máscara no dejaba que lo hiciera, Jaejoong necesitaba sacarla antes de que el otro fuese capaz de reaccionar, en un rápido movimiento dejó libre su rostro y avanzó un par de pasos ante la mirada lívida del menor.


-¡Código rojo se acerca al capitán!

           
Se escuchó un disparo y Jaejoong cayó desplomado al suelo justo a los pies de Changmin, su rostro ya descubierto, la sangre escapando rauda e impregnando el blanco pañuelo, el menor por un segundo sintió su propia vida escapar con él.


-Jae... ¿Jaejoong?... ¡Jaejoong!- Sus manos temblaron con angustia y el arma cayó al suelo junto con su dueño, arrodillado junto al cuerpo de Jaejoong, Changmin tan solo podía maldecir al destino. -Jae...


-Capitán, Capitán ¿Se encuentra bien?


La furia del joven destilaba en el ambiente, su escuadrón, o lo que quedaba de este, retrocedió asustado, jamás habían visto tal visión en su rostro, ni siquiera con las noticias de Jung Yunho, su más cercano camarada, siendo enviado a su hogar en un cajón.


-Regresen a la base.

-Pero señor, su padre dijo que llevásemos el cuer...

-¡Les dije que regresen a la base es una orden!

-Sí señor.

           
Todos sus hombres caminaron lejos del lugar preguntándose qué diablos sucedía con su líder, no era de demostrar mucho ¿Quién era ese tal ángel que habían abatido? Changmin contempló al otro con rabia, sus ojos inyectados en lágrimas.


-¿Qué estás haciendo acá? ¿Qué mierda estás haciendo acá? Por tu reverenda madre Jaejoong, por la misma mierda -Sus murmullos erráticos escapaban con fuerza, la sangre del mayor escapando de la comisura de sus labios, Changmin intentaba por todos los medios el dejarles limpios de esta sin ser capaz -Jaejoong... se supone que esperarías junto al árbol... que jamás te involucrarías en esta estúpida, estúpida, estúpida, estúpida guerra.


Pero este ya no podía contestarle, lo estrechó con fuerza entre sus brazos depositando un beso tras otro en su rostro, buscando hacer algo con que soñó alguna vez y este cruel mundo parecía arrebatarle, la única persona por la cual seguía viviendo incluso después de que su padre fuese asignado como general y llamado a la capital del norte para planear un atentado, una mentira, una guerra, un destino que se burlaba de ambos.  Fue diez minutos más tarde, cuando un sórdido disparo se dejó escuchar, que Shim Changmin cayó desplomado sobre el cuerpo de su mejor amigo, su amor de adolescencia, ese que abandonó pero que no volvería a dejar atrás.


***


Kim Sooyoung, conocida ahora como Choi Sooyoung despertó de golpe en un lejano bunker mientras sus compañeros planeaban propaganda.


-¿Que sucede contigo?


Minho estrechó su talle buscando confortarle, la chica se dejó hacer mientras inhalaba la esencia del que fuese ahora su esposo.


-No se... siento que acabo de perder algo importante, algo tan importante.


Y quizás jamás lo sabría, nadie conocería la historia de Yunho, Junsu, Yoochun, Changmin o Jaejoong, permanecerían como números en brutos, la raya para la suma de una guerra absurda, una que tan solo había hecho perder a quien se involucrase en ella, después de todo, en una guerra... nadie ganaba al final.



Fin.





PD: Jimin es la co-protagonista de Chunnie en Rooftop Prince, me encantan ellos juntos ♥


Nota: Odio como quedó al final este fanfic, así que creo lo haré de nuevo, más largo y mejor redactado, además me adentraré mejor en las historias de todos u.u Ufff sorry, ya se que no ganaré con él.

PD2: Puede verse como una crítica al estado actual de Cassiopeia o solo como una tonta historia inventada, incluso como crítica a algo más, todo depende de ustedes.

Con cariño para todas las chicas de Wild Hearts, Jaemin forever ♥

19 comentarios:

  1. Nienna Jung:


    Me gusta el fic mucho pero me da pena :C es como noooooooooooooooooooooooo me duele ver como mueren de hecho no pude evitar derramar lagrimas T.T en algunos momentos :( !¡

    es difícil muy difícil ver a los chicos sufriendo de solo imaginarlo el alma se me parte :(

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    1. Muchas gracias por leerlo Nin ♥ ya se que te hace triste ): lo siento...

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  2. Creo que podría, si llego a retomarla sería un fic de varios capítulos. Gracias por leer Rose, sigue siendo muchos más mula que todos los suyos u.u

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  3. T_T juro que en estos momentos los ojos me están brillando por las ganas de llorar que tengo, por qué escribes tan bien? ya te lo he dicho muchas veces, escribes de tal forma que siento como mías las emociones de tus personajes *o* una hermosa historia, un amor tan puro que tuvo un final trágico, pero lo amé, me gustó mucho, me encantó! Sería magnífico si conviertes esta historia en un serial ^^
    P.D. Me encanta la pareja de Yoochun con Han JiMin son tan lindos <3
    Muchas, muchas gracias por compartir tu creatividad con tod@s l@s que amamos el JM <3

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    1. También me gusta mucho la pareja de ellos dos :D *Hetero de Chun favorita ♥*

      Ohh siento que te diera pena el fanfic ): la historia me gusta mucho pero no puedo evitar pensar que la arruiné y bastante u.u

      Muchas pero muchas gracias por dejar comentario, me comenzaba a deprimir que nadie lo hiciera casi ):

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  4. T-T waaaaaa los 5 murieron y Changmin y Jaejoong solo se pudieron reencontrar pocos minutos antes de su muerte dios que triste muy bueno pero muy triste

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    1. Sip, lo siento mucho ): cada vez que trato de participar en algo termino haciendo cosas tristes ;_;

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    2. Ntp estubo muy bueno todo lo malo tiene su lado bueno ten en cuenta que su amor duro por mucho tiempo antes de morir no te pongas mal n.n

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  5. T.T
    Pobres...las malditas guerras en las que lo unico que se gana es sufrimiento T.T
    Siii esqqq ¬¬ no se como la gente puede ser tan tonta y meterse en esas cosas...aish...me ha gustado mucho en serio, aunki sufri muchimo por los 5...pobrecitos T.T

    Imagino que te costaria mucho acabar con todos los personajes...yo misma lo hago y termino llorando a lagrima viva XD

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    1. Definitivamente solo hay sufrimiento cuando pasan guerras u.u Me costó bastante.

      Odio como quedó este fic, creo que lo escribiré de nuevo.

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  6. Que crudo. Esta vez sentí el texto quizás un tanto apurado, ¿podría ser? En todo caso, igual me encantó. Si llegas a reescribirlo, seguro que lo leeré, sería interesante, y sospecho que me aclararía un par de dudas.

    Lo más triste creo que para mí, fue saber que JJ ni siquiera pudo compartir (tras la guerra) un buen momento con Minnie antes de morir; apenas esperaba ser reconocido cuando le cayó el disparo. Esas escenas crudas de muerte me recordaron mucho a Salvando al Soldado Ryan, de esos momentos donde gritas "¡Joder, por qué él, y en ese momento!" y, por otro lado, en las escenas de infancia recordé también El Niño de la Pijama de Rayas, así como los videitos esos de Vocaloid 'Paper Plane' y 'Prisoner'. Escenas hermosas pero que no dejan de ser trágicas y te atoran el nudo en la garganta.

    Uno desearía encontrar un final feliz, pero lo cierto es que ésta clase de historias sólo pueden terminar así, ¿no? Frustrante realidad.

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    1. Yep está apurado, porque era para un concurso pero justo me dio influenza y pasé 1 semana más o menos en cama al final escribí la mitad el último día, por eso prometí a las chicas usar este plot para hacer algo más largo y pausado... Aunque no se de aquí a cuando lo haré. Muchas gracias por leer a pesar del obvio apuro u.u

      También es triste pensar en eso, de hecho creo que variaré el final si llego a reescribirlo.

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    2. Sería un giro interesante de ver, ciertamente ^^ Además, todos amamos los finales felices (o bueno, casi todos).

      Hahaha tú tómate tu tiempo, y deja que la musa de la inspiración te ilumine con su manto bendito (?)

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  7. Que triste final , pero me gusto mucho como cultivaron su amistad a pesar de saberse que eran enemigos por causas que ni ellos habían elegido y sí la guerra es demasiado tonta soló se dejan llevar por orgullo y egos y no se dan cuenta la muerte de vidas inocentes ..
    Soló se vieron un rato y se reconocieron antes de morir T_T muy triste , espero leer más cosas tuyas

    PD: a mi también me encanta jimin como pareja hetero de chun .... ♥.♥ gracias por ponerla.

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    1. Siento mucho que el final haya sido triste, de hecho si vuelvo a escribir el fic trataré de cambiar en algo el asunto.

      Jimin y Yoochun son amor juntos ♥

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  8. No sabes mucho que siento que te odio -en sentido figurado- Me siento frustrada ;---; aiiiiissssshhhhh la vida a veces es una reverenda shiiiiiit T-T casi lloro t-t

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    1. Lo siento mucho ¿A que se debe la frustración? :c

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    2. A que todos murierroooon ;A; y que changmin y Jaejoong no puedieron siquiera explicar que pasó en sus vidas en esos cinco años y askdhahkds ;AAAAAAA;

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  9. con este son tres one shot que he leido tuyos y cada uno a sacado de mí grandes sentimientos e impresiones, bien, que talento, gracias por compartirlo con nosotros :D

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