Ojos que no ven…

Autor: Ally

Fandom: DBSK/TVXQ

Pareja: Jaejoong/Changmin, Changmin/OC

Rating: PG-13

Nota: “Y de pronto se le ocurre que corazón que no ve, ojos que no sienten ¿Cierto? ¿O era al revés?”

Disclaimer: Los chicos no me pertenecen sino a la SM Entertainment y C-JES Entertainment, les utilizo solo con fin de disfrute.

Ojos que no ven…

Esperar una señal no era su mayor felicidad, en especial en una noche como esta, el reloj marcando las 11:50, la ciudad aguardando el momento indicado y la comida ya fría sobre la bandeja.

Changmin había sido muchas cosas a lo largo de su vida para él, un amigo, un compañero, un vecino, un hermano, demasiado, tantas que no podía pensar en todas ellas, sin embargo nunca esa precisa que deseaba fuese… Por el momento, no era más que un desaparecido en acción.

Jaejoong muchas veces se ha planteado aquella necesidad crónica que el menor parece tener con las mentiras.

-No lo esperes, sabes que no vendrá.

-Él vendrá, no te ocupes de mi Chunnie, Junsu te está esperando.

-Jaejoong…

-Él vendrá.

Y aunque todo el mundo, en su trabajo a medio tiempo del bar, sus amigos, compañeros y cualquiera que esté al tanto de la situación le diga que es un idiota, siempre termina volviendo a creer, porque es básicamente eso lo que significa amar a una persona, creerle que te ama incluso cuando entierra un objeto corto-punzante en tus tripas… mientras sonría está bien.

“Lo prometió… Esta vez sí vendrá”

En lo que llevaba del año, Changmin se las había ingeniado para faltar en cada uno de los momentos importantes que el otro hubo planeado, las fiestas nacionales, pascua (Aunque no le culpaba, Minnie no era cristiano), san valentín, día de blanco, incluso el propio día de negro, en el cual no se suponía que debía venir, pero… ¿Acaso alguien puede detener al mayor de soñar?, hace seis días había sido navidad… Jaejoong podría agregar su propio cumpleaños, pero Changmin siempre se presentaba en este, con un regalo en una mano y aquel olor a menta que no podía resistir. Jaejoong a pesar de su edad, siempre había sido demasiado crédulo.

Las doce habían pasado hacía ya un rato, el ruido de la ciudad parecía abombar sus sentidos, mientras todo el mundo abrazaba a esos que le eran importantes, ¿Estaría Chunnie bailando lentamente en brazos de Junsu? Y qué tal Yunho, el bailarín del local ¿Estaría ya con sus seres queridos de vuelta en Corea? ¿Y los demás trabajadores?

Jaejoong se siente como el niño rechoncho y adicto a la lectura que nadie saca a bailar para la graduación, mientras cambia burdamente de un canal a otro y las velas parecen arder de más.

-Minnie-ah.

La verdad es que ya no puede aguantar como antes y a veces se pregunta que ha podido ver alguien como Changmin en él. El otro era un estudiante de leyes con honores en varias clases y nacido para triunfar, invitación a buffet blah blah… todo lo que cualquier familia asiática acomodada podía desear, claro está… el único problema es que bateaba para el otro lado, aunque conforme avanzaba el tiempo y Changmin se negaba a llevarle a conocer a sus padres, Jaejoong sospechaba más y más que estos no estaban enterados de tal detalle.

*Click, click, click*

“Muchas gracias por sintonizar la noche de blanco y rojo…"

*Click, click, click*

“Y esta es la trasnoche del nuevo año en CDT…”

*Click, click, click*

-Hemos salidos a las calles de Tokio en búsqueda de las formas que los transeúntes tienen para celebrar, acompáñennos mientras deambulamos de celebración en celebración.

La entrevistadora era pequeña, menudita, de cabellos muy rizados y vestido rosa estilo lolita a media rodilla, casi como una muñeca hablante y ciertamente solo eso pudo capturar la vista errática de Jaejoong en tal momento de desamparo, después de todo seguir cambiando de canal no era tan divertido como pudiera pensar ¿Qué más podía perder viendo a la chica y su travesía?

-¿Seguro que no deseas cantar hoy?

-No, seguro que esta vez vendrá.

-Si tu lo dices Jae, igual Yesung dijo que trabajaría hoy así que no te ocupes y ten un buen año nuevo.

-Tú igual Heechul.

En estos momentos podría estar cantando su alma fuera del cuerpo, sin embargo había tomado la noche libre, ¿Dónde estaba Changmin? ¿Dónde? ¿Changmin?

-Esta parece ser una parejita encantadora ¿Les molestaría que les hiciéramos unas preguntas?

-¡Claro que no!

Una voz dulce, clara, aguda tanto que Jaejoong podría asegurar vivía una octava por sobre el común de las personas… chiste de cantantes, algo amargo comenzó a trepar por su esófago.

-¿Y quién es el apuesto joven que la acompaña?

-Ohh Changminnie- Su voz parece degustar la palabra en el propio paladar, como si se mofara de Jaejoong y su suerte maldita- Mi novio… ¿No es un encanto? Es coreano.

-¡Ciertamente!

-Shoko-chan.

-No hay porque sentirse apenado amor.

Su novio… el novio de la niña de voz aguda… el novio de la tal shoko ¿El novio? ¡¿Su novio?! ¿Y qué mierda era él entonces? ¿Qué diablos hacía esperándole toda la noche si él estaba en…?

-¿Changminnie…?

Es entonces que lo comprende, conforme la verdad le cae del cielo, como una letrina fugaz desprendida de un avión, Changmin no les ha dicho a sus padres porque de por sí ha llevado alguien a cenar en casa, navidad, san Valentín, el día de blanco… toda fecha importante ha sido con ella.

-Solo viene para mi cumpleaños.

Jaejoong era oficialmente ‘la otra’, ni siquiera el engañado, una mera segunda opción, el juguete de Changmin.

Esa noche por primera vez en mucho tiempo, Jaejoong no guardó la secreta esperanza de que Changmin aparecería en cualquier momento, se acurrucó contra las almohadas mientras el viento ingresaba con lentitud por la ventana abierta, revoloteando las cortinas y se durmió anhelando algo de calor, sin saber exactamente donde obtenerlo.

-Minnie.

La mañana llegó y con ella, Changmin. A primera hora, con la barba recién rasurada, el cabello engominado, una sonrisa irresistible en el rostro.

-¿Joongie?

-Feliz año nuevo… Minnie-ah.

-Feliz año nuevo amor… siento no haber venido ayer… Te lo compensaré ¿Ok?, hoy iremos a un lugar increíble.

Jaejoong da aquella sonrisa patentada de ‘Aquí no se mueve un alma’ y asiente mientras se va a bañar, la mirada algo triste, los ojos un tanto rojos… las manos temblando, detalles que Changmin no alcanza a notar.

“Changmin-ah”

Un par de brazos le sujetan desde atrás y aquel olor irresistible inunda la habitación, Changmin huele a menta, después de todo Jaejoong no sabe cómo lidiar con ello, sus brazos le envuelven firme, la cabeza le da vueltas, los ojos pesan y de pronto se le ocurre que corazón que no ve, ojos que no sienten ¿Cierto? ¿O era al revés?, el olor a menta le aturde y ya no es capaz de recordar…

-Te lo compensaré JJ.

Jamás es capaz de recordar…

Fin.